VICARIO DE CRISTO
“Entre la
gente que había ido a Jerusalén a adorar durante la fiesta, había algunos
griegos. Éstos se
acercaron a Felipe, que era de Betsaida, un pueblo de Galilea, y le rogaron: —Señor,
queremos ver a Jesús.
Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y los
dos fueron a contárselo a Jesús. Jesús les dijo entonces:
—Ha llegado la hora en que el Hijo del
hombre va a ser glorificado.”
San Juan 12:20-23
Creo firmemente que como seguidores de un líder como Jesucristo, quien
para nosotros es el Hijo de Dios, Dios mismo como segunda persona de la
Santísima Trinidad. Debemos ser expertos en identificar el liderazgo o la falta
de liderazgo en todo aquel que nos rodea, pero principalmente en aquellos que
quieran dirigirnos. ¿Porqué? Porque como maestro, Jesucristo dio una gran
enseñanza a sus discípulos y por ende nosotros aprendemos también de esa
enseñanza.
La fracción del evangelio en este cuarto domingo en Cuaresma, nos habla
precisamente del liderazgo de Jesucristo. Todo cristiano conoce o ha escuchado
a cerca del milagro realizado por Jesús, con los cinco panes y los dos
pescados.
Cuando Jesús se vio rodeado por la multitud que lo seguía,
inmediatamente dio por sentado que él y sus discípulos se encargarían de darles
de comer, y aunque Jesús ya sabía lo que debía hacer, él le pregunta a Felipe “¿Dónde vamos a comprar pan para toda esta
gente?” Felipe, comienza a hacer sus cuentas de acuerdo al dinero que
tenían y apenas podían pagar para que mal comiera la multitud, pero aparte, la
ciudad más cercana para comprar el pan, no se encontraba tan cerca y además ya
era tarde para ir y regresar con el pan. Andrés, se adelanta un poco y
encuentra a un niño que tiene los cinco panes y dos pescados. Pero, con ello
sería imposible alimentar a tanta gente.
Aquí podemos observar la diferencia entre la visión de Jesús y la de sus
seguidores. Jesús tiene la confianza de que ellos alimentarán a la gente, los
discípulos dependen del dinero, y de los pocos recursos que tienen a la mano,
pero esto no quiere decir que los discípulos estén equivocados, de acuerdo a
sus conocimientos y experiencias, ellos aportan lo que pueden dar, y Jesús tomando
una de sus propuestas partirá de ahí para comenzar el milagro. Teniendo ya los
cinco panes y los dos pescados, Jesús da gracias a Dios, y ese agradecimiento
es una pieza clave, agradecer por lo poco o nada que había en ese instante.
Lo siguiente, para darle seguimiento al milagro, fue el hecho de
repartir. Jesús dio a la gente lo que necesitaban, y por mano de los discípulos
se alcanzó el propósito, alimentar a la multitud.
Así que los discípulos se enfocaron en seguir la orden de su líder, sin
buscar en principio la remuneración o el pago, sino que se enfocaron en cumplir
el objetivo del trabajo que estaban desempeñando en ese momento.
Al final, el milagro que Dios realiza a través de Jesús y a través del
desempeño de los discípulos, se extiende hasta el llenado de las 12 canastas
con el pan sobrante. Era común en aquel tiempo que los hombres judíos cargaran
con una canasta en donde guardaban su comida, y esto nos indica que al haber
llenado 12 canastas, cada uno de los 12 discípulos, trabajaron en este proyecto
y recibieron su paga. Seguramente recibieron más de lo que ellos esperaban.
Hermanas y hermanos, el liderazgo que nuestra patria necesita en este
momento histórico, en donde existe una crisis de seguridad pública, una crisis
de confianza en las autoridades, una crisis de valores humanos. Es importante
ser los discípulos que Cristo está formando, y que lo está haciendo ya en tu
vida.
Jesucristo nos enseña este día a que confiemos en Dios, así como él
confió. Jesucristo nos anima a que creamos en nosotros mismos, así como él
creyó en él mismo. Jesucristo nos reta a la acción así como él y sus discípulos
entraron a la acción con sus propias manos, con sus propios recursos y con sus
propias limitaciones.
El verdadero líder que México necesita, en primer lugar es aquel que
cree, y que tiene la fe necesaria para alcanzar el bien común, para alcanzar los
objetivos propuestos, y los planes a corto mediano y largo plazo. Pero el nuevo
líder es aquel que al mismo tiempo puede ser sincero con él mismo y notar sus
propias limitaciones y errores. El verdadero líder que nuestra patria necesita
es aquel que sabe delegar las responsabilidades y deberes del grupo o
institución a la cual está sirviendo. Ese líder está ejemplificado en
Jesucristo. Pero él siempre ha estado en búsqueda de nuevos líderes, como lo
fueron sus primeros 12 seguidores.
Hermanas y hermanos, Jesucristo nos enseña a que cada uno, tú y yo,
seamos ese aprendiz, ese líder necesario en cada rincón del mundo. Tú casa, tú
trabajo, tú iglesia, tú colonia, tú ciudad, etc. Te necesitan como líder.
Debemos quitar de nuestras mentes el clásico líder, autoritario, impositivo, abusivo,
exigente, promotor del miedo, sordo, inflado de poder, que tanto daño ha
causado a nuestro México y aún lo sigue haciendo. Esos tiempos se acabaron,
ahora es tiempo de los líderes que Jesucristo está formando, a partir de tu
corazón, con respeto, con valores, con verdad, con lealtad, con compromiso, y
con visión.
Busca al líder que llevas dentro de ti, y ponlo en acción.
AMÉN.
Pbro. Roberto
Aguilar-Cedeño.
QUINTO DOMINGO EN
CUARESMA – AÑO “B”
MARZO 25, 2012.