sábado, 31 de diciembre de 2011

LA VIDA CONTINÚA


Hemos terminado el año 2011, y ahora comenzamos el nuevo año 2012. Seguramente no todas tus expectativas de 2011 quedaron alcanzadas, pero lo que sí es un hecho, es que has superado metas que en algún momento, llegaste a creer inalcanzables.
Ahora, los recuerdos del año que termina, solamente te ayudarán  para madurar y ver con más objetividad lo que te espera en una oportunidad con nuevos objetivos, reorganizando tu agenda, tus propósitos y tus metas.
Pero, ¿Qué es lo que esperas del nuevo año? ¿Cuáles serán tus propósitos?

El pasado jueves 29 de Diciembre de 2011, 2 jóvenes pescadores del estado de Nayarit, fueron localizados en las costas de Manzanillo, Colima. Después de pasar 7 días a la deriva desde el día 23 de Diciembre. El motor de su lancha quedo sin funcionar, y no pudieron hacer nada, lo único que podían haces es dejarse llevar por la inmensidad del océano. Estos jóvenes cuentan que los pocos alimentos que llevaban, eran unos sándwiches, los cuales fueron su cena de Navidad. Racionaron la poca agua que llevaban y comieron pescado crudo, todo eso fue lo que usaron para poder sobrevivir por algunos días más.
Esta historia que ha ocurrido en la costa de Colima, nos hace reflexionar acerca de lo que puede ocurrir con nuestra vida en un instante. No sabemos lo que el nuevo año nos pueda traer, pero lo que si podemos estar seguros es de que la Fe que cada uno de nosotros pone en acción, es lo que en circunstancias extremas hace la diferencia entre la vida y la muerte.
Como hijo de Dios, tú tienes muchas oportunidades increíbles de crecer en todas las áreas de tu vida. La vida es una oportunidad para llevar a cabo todas esas cosas increíbles.
San Pablo dijo: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” 1 Corintios 10:23. Así es, como hijos de Dios tenemos toda la libertad para planear nuestro nuevo año. Pero, ¿Qué es lo que más nos conviene y edifica? Todas las cosas que hemos vivimos en el año pasado, nos ayudarán a darnos cuenta acerca de lo que más nos convendrá hacer para este nuevo año. No todas las cosas que nos sean agradables será lo mejor.
Hermano y hermana, la oportunidad que tienes al estar viviendo este año nuevo, debe ser para ti motivo de gran alegría. Porque en sí misma, la vida es grandiosa.

Imagínate por un momento, haber vivido esos 7 días en la pequeña barca de esos dos pescadores que quedaron a la deriva en las costas del Pacifico. Pero imagina también que habrías sentido tú al darte cuenta que tu vida tiene una nueva oportunidad al ser rescatado de una muerte segura.
Tu vida es la más grande bendición que tienes en este instante, pocas veces la valoramos por los compromisos y distracciones que vivimos a diario. Pero, mis queridos hermanos, podemos iniciar este año amándonos a nosotros mismos. No de una forma egoísta, sino con responsabilidad, mírate a ti mismo con la dignidad de ser un hijo de Dios, un hijo del Dios Todopoderoso, el Dios Creador de todo lo que existe, de todo lo visible e invisible, el Dios que se dio a sí mismo en el sacrificio de la cruz, y que lo volvería a hacer por un solo objetivo. Por amor a ti.

Te animo a seguir adelante con las expectativas que tengas para este nuevo año, planea, organiza, esfuérzate, y no te rindas. Toma en cuenta que no todo te convendrá y acepta cuando tengas que cambiar algunos de tus planes. Pero sobre todo déjate llevar por la bondadosa mano de Dios.

Que Dios te cuide hoy y siempre.

Sinceramente tu hermano en Cristo.

Padre Roberto Aguilar Cedeño.

Feliz Año Nuevo 2012

31 de diciembre del 2012

domingo, 18 de diciembre de 2011

¡CRISTO VOLVERÁ A NACER!



“El ángel contestó: - El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altísimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo he Hijo de Dios.”
San Lucas 1:35

 “Luchar es salir adelante, romper la cadena de la impunidad” dijo Valentina Rosendo el pasado día miércoles 14 de Diciembre de 2011. Con estas palabras dio por terminado su discurso en el “Museo Memoria y Tolerancia” en la Ciudad De México, después de que el Secretario de Gobernación le ofreciera una disculpa a nombre del Estado Mexicano.
Valentina es una mujer que nos ha dado una gran lección a todos nosotros, su lucha por la justicia está comenzando a rendir los frutos de su esfuerzo. Valentina es una mujer indígena de 26 años de edad, que fue violada por un militar en el año 2002 en el estado de Guerrero. En aquel tiempo ella era una adolescente de 17 años, casada y con una pequeña bebe. Nadie quiso ayudarla para defender su dignidad, todos le dieron la espalda, algunos por miedo, otros simplemente por apatía. Valentina tuvo que aprender a hablar Español para poder defenderse, estudió la primaria y la secundaria para prepararse mejor en estos 9 años. Su voz nunca fue escuchada en nuestro país, así que recurrió a la Corte Interamericana de derechos humanos, ubicada en el país de Costa Rica.
No cabe duda que la paciencia es un don de Dios, Valentina fue paciente durante estos 9 años. Pero también fue persistente y nunca perdió su objetivo. Ella fue motivada por la sed de justicia, pero también quiso ser la voz de las mujeres que han padecido y están padeciendo de injusticias como esta.

Ahora, la siguiente meta de Valentina, es terminar sus estudios de enfermería para volver a su pueblo. Y volverá para ayudar, porque su pueblo tiene muchas necesidades médicas y ella está decidida a contribuir con su esfuerzo.

Hermanos, la vida de Valentina Rosendo es el mejor ejemplo de un cuarto domingo de Adviento. Ya que ella lucho, creyó, tuvo fe, y esperó, por eso alcanzó la felicidad de un nuevo nacimiento, con esto cerró una etapa de su vida, y comienza una nueva.

En estas tres semanas de Adviento que han pasado, hemos escuchado en el Evangelio acerca de la espera, la reflexión, el perdón, la fe. De la misma manera, en el evangelio de este domingo, María respondió al ángel con estas palabras: “Yo soy la esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.” San Lucas 1:38. Vemos aquí el resultado de esas tres semanas pasadas, en una obra puesta en marcha. María, dispuesta a ser parte del plan de Dios, a tomar en sus manos una gran responsabilidad que se le estaba confiando, para alcanzar una meta que acercaría la salvación de Dios a todo ser humano. De esa misma forma, tú y yo somos llamados hoy para que sean nuestras manos las que hagan posible el cumplimiento de las promesas de Dios.

María fue escogida para que se cumpliera el propósito mesiánico de Dios. Pero ella no fue escogida por sus talentos, por sus costumbres, por su manera de vivir o de pensar, aunque todo esto tiene su importancia no fue lo que marcó la diferencia para ser la elegida. Lo que la capacitó para ser la portadora del hijo de Dios, fue su disposición, “Que Dios haga conmigo su voluntad”.

Así es como este cuarto domingo de Adviento y esta cuarta semana nos acerca a la Navidad.
Hermano y hermana, Dios te ha escogido también a ti, el cree en ti, tal y como creyó en María. Y en esta última semana de Adviento, Dios quiere que su hijo vuelva a nacer.  ¿Estarías dispuesto a ser el portador del Hijo de Dios?

Seguramente tendrás tus propias historias, metas alcanzadas y otras aún sin alcanzar, pero de eso se trata la vida, de una lucha continua llena de emociones y felicidad, a pesar de los momentos difíciles.

El caso de Valentina, también nos recuerda que la Navidad es mucho más que todos los regalos y los buenos sentimientos que podamos tener los unos a los otros. Ese acontecimiento nos recuerda que vale la pena luchar por ideales como la justicia, y la dignidad humana. Pues al final de cuentas, la llegada del Mesías a la tierra, es precisamente para recordarnos que Dios nos ama y que también espera que nosotros llevemos a cabo nuestro esfuerzo por alcanzar ese amor que Él tiene para todos.

Mis queridos amigos y hermanos, deseo que en esta cuarta semana de Adviento, busquen con mucho ánimo la felicidad, defiendan con todas sus fuerzas la dignidad de toda persona, escuchen con todo su corazón la voz de Dios, y sobre todo, nunca olviden que la grandeza de ser un ser humano no se mide por el dinero o las posesiones materiales, sino por la disposición que podamos tener ante la voluntad de Dios.

Prepárate en esta Navidad para decir: “Que Dios haga conmigo su voluntad”

Nunca dejes de luchar para alcanzar tus metas.

¡CRISTO VIENE YA!

AMEN.

Escrito por: Padre Roberto Aguilar-Cedeño
robertoaguilar.75@gmail.com

Cuarto Domingo de Adviento – Año B
Diciembre 18, 2011.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Yo bautizo con agua; pero entre ustedes hay uno que no conocen y que viene después de mí...


San Juan 1:6-9, 19-28

Hace un mes atrás, caminando por algunas calles detrás de la Iglesia de San Jorge, en la ciudad de Colima. Llegué a un albergue del cuál ya me habían hablado algunas personas. Cuando entré a ese lugar, me presenté con la secretaria y unos minutos después llegó la directora de la institución. Me presenté con ella y me puse a sus ordenes como clérigo de la Iglesia Anglicana de San Jorge.
Hace una semana volví a aquél lugar para platicar nuevamente con la directora y conocer un poco más la institución y el trabajo que ellos desempeñan. En medio de la conversación la directora me compartió una experiencia que había tenido con una de las niñas del albergue. Me dijo que en una ocasión platicandoles acerca de la oración, esa niña se acerco a ella y le preguntó que si acaso Dios escucharía su oración, la directora le dijo, por supuesto que si, que todo lo que le pidiera a Dios El le iba a contestar.
Ese mismo día al rededor de las 4 de la tarde, esa misma niña entro corriendo buscando a la directora, ¡Maestra! ¡Maestra! Gritaba la niña, ¡Mi mamá vino a verme! ¡Dios si escucho mi oración! Lo milagroso de esta historia, es que todos daban por hecho el abandono de la niña por parte de su mamá, ya que hacía mucho tiempo que no se sabía nada de ella.
Historias como estas suceden casi todos los días en aquel albergue que pocos conocen, pero que sin embargo, ese es un lugar de milagros. Los niños de ese albergue están viviendo un adviento continuo. En espera de que algo suceda con sus vidas, que algún día pase algo extraordinario y por aquel portón de la calle pueda entrar alguien con amor para ellos.
Este tercer domingo de adviento, es tiempo de reflexión y espera también para nosotros. En el pasaje del Evangelio de San Juan, aparece nuevamente Juan el Bautista. Los fariseos lo cuestionan acerca de su identidad, ellos quieren saber quien es él en realidad. Le preguntan si acaso es Elías, el Mesías o un Profeta. Pero Juan el Bautista niega todo eso. Juan entonces, citando al Profeta Isaías les revela su identidad, “Soy la voz que grita en el desierto”.
Juan el Bautista, se convirtió en la pieza importante para el comienzo del ministerio de Jesús. Un comienzo que transformaría a la humanidad entera.
Hermano y hermana, no solo existen malas noticias en México. Las buenas noticias y los milagros que suceden todos los días en nuestras ciudades, no son publicadas en los periódicos locales o nacionales, tampoco son presentadas en los noticieros mas populares de México. Y eso no es porque no existan cosas buenas, lo que pasa es que las buenas noticias y los milagros de Dios, no producen ganancias millonarias para los inversionistas mas poderosos.
Por esa razón las maravillas de Dios, así como todo lo bueno que sucede en nuestro maravilloso país, debe ser comunicado por todos nosotros, los que hemos sido llamados y restaurados por Jesucristo.
Cada uno de nosotros hemos sido llamados por él, estamos siendo restaurados por él cada momento de nuestra vida. Entonces, si estamos siendo seguidores de él, ¿Porque no ser también, portadores de las buenas noticias? ¿Que nos impide serlo?
Una cosa mas de lo que he sido testigo. El año pasado se trabajó arduamente en la ciudad de Guadalajara para llevar a cabo el Parlamento de la Religiones del Mundo. Esto es como los Juegos Olímpicos de las religiones. Aunque no fue posible obtener la sede para el próximo evento. Hubo algo en lo que si se avanzó. Los lideres del Parlamento, en los últimos años se han dado cuenta de que los verdaderos dueños de la tierra que pisamos en nuestras modernas ciudades, no somos los actuales habitantes, en el aspecto religioso, ni Anglicanos, ni Católicos Romanos, ni Protestantes, somos los dueños de esta tierra. Así que se dieron a la tarea de investigar, quienes eran los verdaderos dueños. Y los verdaderos dueños son aquellos que ahora viven en las sierras, en las montañas, en los desiertos, aquellos que nos venden alguna artesanía que muchas veces poco valoramos, aquellos que nos venden en las calles una canasta o una cobija en 50 o 100 pesos. Ellos que han tenido que aprender Español para poder sobrevivir en su propia tierra.
Las autoridades del Parlamento han motivado con gran fuerza, una nueva forma de vivir en armonía, pero sobre todo con respeto a las diferentes formas de pensar y de adorar.
Se ha iniciado ya una nueva etapa, en la que el perdón comienza a darse a aquellos que nuestros antepasados abusaron, despreciaron y marginaron. Es un excelente comienzo, el trabajo solo se ha iniciado, falta mucho mas por hacer, pero lo importante es que hay voluntad de hacerlo.
Queridos hermanos, no desfallezcan, aunque la tarea parece imposible en algunos momentos, como estoy seguro lo fue para Juan el Bautista, vale la pena luchar por la esperanza, luchar por la transformación.
Recuerda, tu eres la voz que grita en el desierto, tu ya conoces al que está entre nosotros, a Jesucristo nuestro Señor. Y tu eres la fuerza del cambio en México. Tu tienes las manos de Dios, la voz de Dios, úsalos para proclamar al mundo todo lo bueno que Él esta llevando a cabo en tu vida y en la vida de los demás.

¡Jesucristo viene ya!

AMÉN.

Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño
robertoaguilar.75@gmail.com

Tercer Domingo de Adviento – Año “B”
Diciembre 11, 2011