AUTORIDAD O AUTORITARISMO
“Todos tenemos el conocimiento de la verdad; pero el conocimiento hincha de orgullo,
en tanto que el amor edifica la comunidad”.
1 Corintios 8:1b
Pablo de la Cruz Sabor, es un hombre argentino que tuvo cáncer desde el año 1995 al 2001. Se atendió en los mejores institutos de Argentina pero no alcanzó la sanidad. Después conoció una fundación que ofrecía medicina de vanguardia (bio psico social). Y en esa fundación, siguió un tratamiento, trabajando desde la inteligencia emocional, aprendió a
integrarse y a trabajar por su sanidad. Ahora Pablo de la Cruz está completamente sano, sanó sus vínculos familiares, cambió su estilo de vida y ahora disfruta de una vida sana. ¿Por qué crees tú, que Pablo de la Cruz pudo alcanzar su sanidad? ¿Crees que todos podemos alcanzar ese nivel de auto curación?
Veamos a partir de nuestras lecturas dominicales, en este cuarto domingo después de Epifanía, cual es el fundamento de este milagro de sanación. Y entendamos de mejor manera cuál es el tipo de autoridad en la que todos necesitamos enfocar nuestro esfuerzo.
Nuestra primera lectura en el libro de Deuteronomio 18:15-20 nos dice que Moisés se encuentra hablando al pueblo de Israel, en ese momento el pueblo se había convertido en un pueblo temeroso, un pueblo que no había soportado el escuchar la voz de Dios, “Esto es en realidad lo que ustedes pidieron al Señor su Dios en el monte Horeb, el día en que todos se reunieron allí y dijeron: “No queremos oír otra vez la voz del Señor nuestro Dios, ni ver este gran fuego, para no morir.” Deuteronomio 18:16
Dios consintió en esa petición del pueblo, pero Él exigía dos cosas, una era que todo aquel que escuchara su mensaje por medio del nuevo profeta, estaría obligado a obedecer, porque Dios le pediría cuentas. Y la otra cosa era que el profeta que presumiera de hablar en su nombre y dijera algo que Él no le haya mandado decir o hablara en nombre de otros dioses, sería condenado a muerte. Tal vez nos parezca un poco extrema esta posición de la pena de muerte, pero en ese momento se encontraba en juego el futuro del pueblo de Israel. Porque había salido de la esclavitud de Egipto, era un pueblo que había perdido su identidad y debía recuperarla. Además entrarían a tomar posesión de la tierra prometida, en donde las costumbres de otros pueblos competirían con las suyas. Es por eso que se trataba de recuperar su identidad, cuidarla y defenderla a través de una estricta comunicación entre Dios y el pueblo, porque para Dios lo más importante era que su mensaje llegara al corazón de su pueblo. En resumen, Dios exigía que tanto el nuevo profeta y el pueblo, llevaran con autoridad su mensaje, y nunca con el autoritarismo que solamente procurara el bien de un líder o
de un grupo en particular, esa no habría sido la voluntad de Dios.
En la segunda lectura, 1 Corintios 8:1b-13 San Pablo aconseja a los cristianos de Corinto, pues se encuentran en un dilema, ¿Los cristianos pueden comer carne ofrecida a los dioses? En la época del Nuevo Testamento, los ciudadanos de Corinto acostumbraban asistir a las fiestas para adorar a los dioses, pero también para divertirse.
Algunos de los cristianos de Corinto también acostumbraban asistir a esas fiestas, y pasársela bien. La carne que se ofrecía en esos templos era consumida por los asistentes. Los judíos eran los únicos que no tenían permitido consumir de esa carne, por el hecho de haber sida ofrecida a los dioses. Pero San Pablo les enseña a los cristianos de Corinto que comer de esa carne no los hace pecar, porque para ellos solo existe un Dios, Padre de Jesucristo, y los dioses a los cuales se les ofrece la carne, simplemente eran figuras de piedra, madera o metal.
Pero lo que si les advierte San Pablo a aquellos cristianos, es que tuvieran mucho cuidado con sus acciones delante de sus hermanos más pequeños en la fe. Ya que los nuevos convertidos al cristianismo, que comenzaban a fortalecer su fe, todavía no tenían muy claro el tema de los dioses y los sacrificios. Y que cuando ellos veían a otros cristianos comer de esa carne, los podían hacer caer en pecado, porque algunos de esos nuevos cristianos, aún creían que esas divinidades eran reales y se creaba en ellos una carga de conciencia. Aquí vemos la autoridad de San Pablo en la enseñanza, pues dejaba a consideración de los cristianos una cosa muy importante, ellos tenían que razonar y comprender que su libertad no debía comprometer la fe de sus hermanos más pequeños.
En el evangelio de hoy, San Marcos 1:21-28, Jesús fue invitado a enseñar en la sinagoga. Cafarnaúm era una ciudad con mucho movimiento económico, era una ciudad en donde se recaudaban impuestos para Roma. Así que seguramente en la sinagoga también había mucha gente que asistía. Cuando Jesús comenzó a enseñar las escrituras, todo mundo quedó admirado, no solo por el contenido de su enseñanza, sino por la forma en que enseñaba. Los Maestros de la ley nunca habían tenido esta forma de enseñar que ahora Jesús les estaba presentando, ya que los Maestros de la ley seguían la tradición desde tiempos de Moisés, solamente pasaban el mensaje que Dios había enseñado a otros, y hablaban con la autoridad de Moisés y de los profetas. Pero Jesús enseñaba con su propia autoridad.
Jesús puso en práctica su autoridad, no solo en la enseñanza sino también en los hechos. Cuando el hombre poseído lo reconoce, diciéndole: “¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios”. San Marcos 1:24. Entonces Jesús con su autoridad lo reprende: “¡Cállate y deja a este hombre!” San Marcos 1:25. Esto hizo ganar mucha fama para Jesús en la región de Galilea.
Hermana y hermano, nuestra libertad nos capacita para poder realizar milagros con autoridad. El hombre del cual hablé al principio, Pablo de la Cruz, fue sanado porque él hizo presente la autoridad de Jesús en su vida.
Recuerda que desde el principio Dios siempre se ha querido comunicar con cada ser humano, para Él la comunicación con el ser humano debería ser personalizada, pero el ser humano es el que ha rechazado esta comunicación directa con su Creador. En su lugar ha querido depender de líderes como profetas, sacerdotes, Maestros, etc. Y lamentablemente, como seres humanos llegamos a perder el propósito del uso de la autoridad, y es muy fácil caer en el autoritarismo, el cual nos hace llegar al abuso de los puestos que Dios nos ha encomendado, buscando muchas veces nuestros propios intereses antes de los intereses de Dios.
Hermana y hermano, Jesucristo te invita el día de hoy para que fijes tu vida en él, para que busques el poder que en él existe, para que hables y vivas con la autoridad que solo emana de él. La autoridad no debe convertirte en un mandamás, la autoridad más bien debe convertirte en un humilde servidor y guía para tus demás hermanos en la fe.
El mundo necesita urgentemente esa autoridad que se fundamenta en el amor, nuestras ciudades y nuestras iglesias necesitan también urgentemente ese tipo de autoridad, la cual nos guíe, nos comprenda, nos acepte, nos respete y a todos nos trate con dignidad. Dios no ha creado a seres humanos que estén por encima de otros seres humanos. Dios solamente ha creado hijos, a los cuales quiere decirles cuanto Él ama.
¡VIVE CON LA AUTORIDAD DE CRISTO EN TU VIDA!
AMÉN.
Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com
Enero 29, 2012.