domingo, 29 de enero de 2012

AUTORIDAD O AUTORITARISMO


“Todos tenemos el conocimiento de la verdad; pero el conocimiento hincha de orgullo,
en tanto que el amor edifica la comunidad”.
1 Corintios 8:1b

Pablo de la Cruz Sabor, es un hombre argentino que tuvo cáncer desde el año 1995 al 2001. Se atendió en los mejores institutos de Argentina pero no alcanzó la sanidad. Después conoció una fundación que ofrecía medicina de vanguardia (bio psico social). Y en esa fundación, siguió un tratamiento, trabajando desde la inteligencia emocional, aprendió a
integrarse y a trabajar por su sanidad. Ahora Pablo de la Cruz está completamente sano, sanó sus vínculos familiares, cambió su estilo de vida y ahora disfruta de una vida sana. ¿Por qué crees tú, que Pablo de la Cruz pudo alcanzar su sanidad? ¿Crees que todos podemos alcanzar ese nivel de auto curación?
Veamos a partir de nuestras lecturas dominicales, en este cuarto domingo después de Epifanía, cual es el fundamento de este milagro de sanación. Y entendamos de mejor manera cuál es el tipo de autoridad en la que todos necesitamos enfocar nuestro esfuerzo.
Nuestra primera lectura en el libro de Deuteronomio 18:15-20 nos dice que Moisés se encuentra hablando al pueblo de Israel, en ese momento el pueblo se había convertido en un pueblo temeroso, un pueblo que no había soportado el escuchar la voz de Dios, “Esto es en realidad lo que ustedes pidieron al Señor su Dios en el monte Horeb, el día en que todos se reunieron allí y dijeron: “No queremos oír otra vez la voz del Señor nuestro Dios, ni ver este gran fuego, para no morir.” Deuteronomio 18:16
Dios consintió en esa petición del pueblo, pero Él exigía dos cosas, una era que todo aquel que escuchara su mensaje por medio del nuevo profeta, estaría obligado a obedecer, porque Dios le pediría cuentas. Y la otra cosa era que el profeta que presumiera de hablar en su nombre y dijera algo que Él no le haya mandado decir o hablara en nombre de otros dioses, sería condenado a muerte. Tal vez nos parezca un poco extrema esta posición de la pena de muerte, pero en ese momento se encontraba en juego el futuro del pueblo de Israel. Porque había salido de la esclavitud de Egipto, era un pueblo que había perdido su identidad y debía recuperarla. Además entrarían a tomar posesión de la tierra prometida, en donde las costumbres de otros pueblos competirían con las suyas. Es por eso que se trataba de recuperar su identidad, cuidarla y defenderla a través de una estricta comunicación entre Dios y el pueblo, porque para Dios lo más importante era que su mensaje llegara al corazón de su pueblo. En resumen, Dios exigía que tanto el nuevo profeta y el pueblo, llevaran con autoridad su mensaje, y nunca con el autoritarismo que solamente procurara el bien de un líder o
de un grupo en particular, esa no habría sido la voluntad de Dios.   
En la segunda lectura, 1 Corintios 8:1b-13 San Pablo aconseja a los cristianos de Corinto, pues se encuentran en un dilema, ¿Los cristianos pueden comer carne ofrecida a los dioses? En la época del Nuevo Testamento, los ciudadanos de Corinto acostumbraban asistir a las fiestas para adorar a los dioses, pero también para divertirse.
Algunos de los cristianos de Corinto también acostumbraban asistir a esas fiestas, y pasársela bien. La carne que se ofrecía en esos templos era consumida por los asistentes. Los judíos eran los únicos que no tenían permitido consumir de esa carne, por el hecho de haber sida ofrecida a los dioses. Pero San Pablo les enseña a los cristianos de Corinto que comer de esa carne no los hace pecar, porque para ellos solo existe un Dios, Padre de Jesucristo, y los dioses a los cuales se les ofrece la carne, simplemente eran figuras de piedra, madera o metal.
Pero lo que si les advierte San Pablo a aquellos cristianos, es que tuvieran mucho cuidado con sus acciones delante de sus hermanos más pequeños en la fe. Ya que los nuevos convertidos al cristianismo, que comenzaban a fortalecer su fe, todavía no tenían muy claro el tema de los dioses y los sacrificios. Y que cuando ellos veían a otros cristianos comer de esa carne, los podían hacer caer en pecado, porque algunos de esos nuevos cristianos, aún creían que esas divinidades eran reales y se creaba en ellos una carga de conciencia. Aquí vemos la autoridad de San Pablo en la enseñanza, pues dejaba a consideración de los cristianos una cosa muy importante, ellos tenían que razonar y comprender que su libertad no debía comprometer la fe de sus hermanos más pequeños.
En el evangelio de hoy, San Marcos 1:21-28, Jesús fue invitado a enseñar en la sinagoga. Cafarnaúm era una ciudad con mucho movimiento económico, era una ciudad en donde se recaudaban impuestos para Roma. Así que seguramente en la sinagoga también había mucha gente que asistía. Cuando Jesús comenzó a enseñar las escrituras, todo mundo quedó admirado, no solo por el contenido de su enseñanza, sino por la forma en que enseñaba. Los Maestros de la ley nunca habían tenido esta forma de enseñar que ahora Jesús les estaba presentando, ya que los Maestros de la ley seguían la tradición desde tiempos de Moisés, solamente pasaban el mensaje que Dios había enseñado a otros, y hablaban con la autoridad de Moisés y de los profetas. Pero Jesús enseñaba con su propia autoridad.
Jesús puso en práctica su autoridad, no solo en la enseñanza sino también en los hechos. Cuando el hombre poseído lo reconoce, diciéndole: “¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco, y sé que eres el Santo de Dios”. San Marcos 1:24. Entonces Jesús con su autoridad lo reprende: “¡Cállate y deja a este hombre!” San Marcos 1:25. Esto hizo ganar mucha fama para Jesús en la región de Galilea.
Hermana y hermano, nuestra libertad nos capacita para poder realizar milagros con autoridad. El hombre del cual hablé al principio, Pablo de la Cruz, fue sanado porque él hizo presente la autoridad de Jesús en su vida.
Recuerda que desde el principio Dios siempre se ha querido comunicar con cada ser humano, para Él la comunicación con el ser humano debería ser personalizada, pero el ser humano es el que ha rechazado esta comunicación directa con su Creador. En su lugar ha querido depender de líderes como profetas, sacerdotes, Maestros, etc. Y lamentablemente, como seres humanos llegamos a perder el propósito del uso de la autoridad, y es muy fácil caer en el autoritarismo, el cual nos hace llegar al abuso de los puestos que Dios nos ha encomendado, buscando muchas veces nuestros propios intereses antes de los intereses de Dios.
Hermana y hermano, Jesucristo te invita el día de hoy para que fijes tu vida en él, para que busques el poder que en él existe, para que hables y vivas con la autoridad que solo emana de él. La autoridad no debe convertirte en un mandamás, la autoridad más bien debe convertirte en un humilde servidor y guía para tus demás hermanos en la fe.  
El mundo necesita urgentemente esa autoridad que se fundamenta en el amor, nuestras ciudades y nuestras iglesias necesitan también urgentemente ese tipo de autoridad, la cual nos guíe, nos comprenda, nos acepte, nos respete y a todos nos trate con dignidad. Dios no ha creado a seres humanos que estén por encima de otros seres humanos. Dios solamente ha creado hijos, a los cuales quiere decirles cuanto Él ama.

¡VIVE CON LA AUTORIDAD DE CRISTO EN TU VIDA!
AMÉN.

Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com

Cuarto domingo después de la Epifanía – Año B
Enero 29, 2012.

domingo, 15 de enero de 2012

“¿A QUIÉN HE DE SEGUIR?”


“Jesús decidió ir a la región de Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: -Sígueme”
San Juan 1:48

"No todo es capturar criminales sino construir instituciones” dijo el presidente de México Felipe Calderón el sábado 14 de Enero de 2012. Este fue el  llamado que ha hecho el presidente desde el estado de Chiapas a toda la sociedad mexicana. En Colima también creemos que no todo debe ser perseguir criminales, aunque reconocemos la importancia de ello, debemos principalmente construir, y no solamente instituciones, hay muchas otras cosas que se han dejado de construir en nuestra nación y que debemos continuar erigiendo.
Un ejemplo claro para seguir esa construcción en nuestra nación se encuentra en los ideales de nuestros héroes nacionales como Pancho Villa y Emiliano Zapata, que fueron precisamente los que impulsaron una nueva forma de vivir en este país. Esos objetivos de igualdad, donde los que más tienen, tengan un poco menos y los que no tienen nada, tengan algo para que se les devuelva su dignidad humana. Nuestro México necesita seguir por ese camino al cual somos llamados hoy nuevamente. Así que no olvidemos aquellos ideales en los cuales se ha fundado esta nación. Los Ideales de libertad de Miguel Hidalgo y Costilla, y los ideales de justicia de Pancho Villa y Emiliano Zapata, los ideales de igualdad y respeto de Benito Juárez. Jamás olvidemos que somos herederos de tan altos deseos y que ahora nos corresponde a nosotros continuar con esa construcción, porque la historia no ha terminado aun.
Es así que el Evangelio de hoy también nos invita a seguir altos principios. Este segundo domingo después de la Epifanía, Jesús continúa su ministerio llamando a aquellos que han de ser sus primeros seguidores. Jesús se encamina hacia el norte de Galilea, y en ese camino encuentra a Natanael, “un verdadero Israelita, en quien no hay engaño”, quien en los otros evangelios es nombrado como Bartolomé.
Cuando Felipe corre a llamar a Natanael para ir con Jesús, Natanael se muestra un poco inseguro al escuchar la procedencia de Jesús ya que Natanael era originario de Caná y existía cierta rivalidad entre los pueblos de Caná y Nazaret. Así que su primera reacción no es muy esperanzadora. Pero Felipe lo reta diciéndole “ven y compruébalo”.   
Felipe y Natanael eran dos hombres que aun conociendo las profecías de la promesa del Mesías, no tenían clara la procedencia, la personalidad, los ideales o la posición política que tendría su Mesías tan esperado.
Pero había algo que haría que toda duda se disipara, algo que a todos nos llena de seguridad cuando no estamos convencidos de la veracidad en alguna situación. Cuando Natanael le pregunta a Jesús“¿Cómo es que me conoces?” “Jesús le respondió: --Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”.
 Natanael entonces sorprendido le responde; “Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!”
Estas palabras de Jesús, sin duda impactaron la vida de Natanael.
La sombra de la higuera, era un sitio tranquilo para el alma reverente. Y seguramente Natanael como un buen judío, se encontraba orando y meditando, conversando con Dios. No sabemos cuál habrá sido exactamente su dialogo con Dios, pero lo que si sabemos y podemos darnos cuenta es que Jesús conocía exactamente lo que Natanael tenía en su corazón, y vemos con seguridad que las palabras de Jesús fueron la respuesta al dialogo que Natanael había tenido con Dios bajo esa higuera.
Hermano y hermana, así como le ocurrió a Natanael en su conversación con Dios. También nos ocurre a nosotros, cuando meditamos, en una recamara, en la calle, en un templo, en el parque, en cualquier lugar. Dios esta ahí escuchando atentamente nuestro voz interna. Queridos hermanos Dios disipa todas nuestras dudas cuando somos atentos a su voz. Esa voz que escuchamos a través de nuestra vida diaria en cada acontecimiento. Esa es la voz de Jesucristo que viene a llamarnos, Jesús quiere que lo sigamos para que seamos sus discípulos y nos encontremos con la felicidad. La mejor manera de construir es siguiendo a Jesús viviendo una vida de fe y acción.

El día de ayer, 14 de enero, el presidente de la república nos hizo un llamado, nos invitó a que nos unamos para construir. Esa voz seguramente es la voz de Dios llamándonos nuevamente, para que no olvidemos que cada uno de nosotros somos los que le damos sentido a nuestro presente.

Existe un poema llamado INVICTUS del poeta inglés William Ernest Henley del siglo XIX, el cuál refleja la fuerza interna que cada uno de nosotros poseemos. El poema dice así:

“Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma
”.

Existen muchas voces del pasado que nos dicen ¡no dejes de construir!, las voces de aquellos personajes históricos, santos, mártires, apóstoles, pastores, sacerdotes, pueblos conquistados, héroes nacionales y muchos otros más.
Hermano y hermana, este segundo domingo de epifanía Jesús te ha llamado nuevamente a ti, “¡ SÍGUEME!” Él ha escuchado tus oraciones desde lo más profundo de tu corazón.  Ahora, prosigue en la construcción del México libre y justo que tanto deseas, retoma los ideales que nos han otorgaron una gran nación, recuerda “Tú eres el amo de tu destino, tú eres el capitán de tu alma.

¡SIGUAMOS A CRISTO!
AMEN.


Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño
robertoaguilar.75@gmail.com

Segundo domingo después de Epifanía – Año B 
Enero 15, 2012.

domingo, 8 de enero de 2012

UNA MANIFESTACIÓN “ESPECIAL”


“No acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente.”
Isaías 42:3

La sociedad de Colima ha quedado nuevamente consternada por el asesinato de una joven de 25 años de edad, que el pasado jueves 5 de Enero de 2012 a unas cuadras de la Iglesia de San Jorge, fue victima de un asalto dentro de las instalaciones en donde se desempañaba como secretaria de un negocio.
No cabe duda que esta situación nos preocupa como ciudadanos. No cabe duda que los culpables deberían pagar por sus crímenes. No cabe duda que una joven vida quedo apagada, cuando tenía un futuro por delante. Pero también es justo reconocer que todos aquellos que han decidido seguir una vida de delincuencia, de asesinato, de corrupción, de mentira, de difamación, etc. Son victimas de sus propios miedos, son personas que han perdido la esperanza de poder vivir una vida mejor, son personas que han sido engañadas por sus propias inseguridades, son personas que viven solas en su interior, no son escuchadas, no son comprendidas, seguramente muchos de ellos han sufrido abusos de todo tipo, agresión física y psicológica.
Es por eso que en este momento no debemos buscar culpables de todo lo malo que está ocurriendo en nuestra sociedad, porque eso no nos llevará a ninguna solución. Dejemos a las autoridades civiles que hagan su trabajo. Pero lo que si podemos hacer como seguidores de Jesucristo es vivir una vida de Epifanía, porque la Epifanía no es solamente una estación litúrgica de la Iglesia, no es algo que solamente deba servir para adornar nuestros templos y ceremonias, No. La Epifanía es la manifestación de Jesucristo en la tierra. Es la manifestación del amor de Dios en nuestra sociedad. Y esa manifestación la llevó a cabo Jesús al haber sido encarnado hace más de 2000 años en las tierras de Palestina y comenzar su ministerio.
Ahora nos corresponde a nosotros llevar a cabo esa manifestación del amor de Dios a todos los rincones de nuestras ciudades mexicanas que tanto lo necesitan.
Hoy es el primer domingo después de la Epifanía de Nuestro Señor. Y ahora las lecturas de este domingo nos llevan a enfrentarnos con la realidad que estamos viviendo.

Nos dice el Profeta Isaías: “No acabará de romper la caña quebrada ni apagará la mecha que arde débilmente.” La Caña y la Mecha son dos imágenes poéticas que en otros pasajes del Antiguo Testamento se refieren a un pueblo que se ha quedado sin fuerzas. En este pasaje Isaías está hablando del Siervo de Dios, y ese siervo de Dios no ha venido para romper la caña ni para apagar la mecha. En otras palabras, el Siervo de Dios ha venido al mundo a traer paz y justicia para todos y no para dañar al pueblo que ha quedado debilitado.
En ese pueblo debilitado nos podemos ver reflejados todos. Un pueblo que lucha día a día por no asfixiarse en medio de la corrupción y la intolerancia. Pero también vemos con mas claridad las palabras de Cristo “ama a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39 “Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen.”, pero, ¿Como poder amar a alguien que ha cometido tan horribles crímenes en nuestra nación? ¿Porque no amarlos si también son víctimas de sus propios sufrimientos?
Es aquí donde tiene que llevarse a cabo la manifestación de Jesucristo, dentro de un mundo debilitado. Un pueblo debilitado por haber sido victima de las injusticias de una sociedad egoísta, debilitado por el hambre de pan, debilitado por la desesperación de la pobreza económica y educativa, debilitado por la falta de amor.
Vivimos en un país hermoso. En medio de una gente maravillosa que necesita esa manifestación de Dios en medio de sus vidas. Acaso, ¿Tendrá que venir nuevamente Jesús, para manifestarse a ellos?
Hermano y hermana, nos decimos cristianos, ¿Por qué? Porque somos miembros de una institución que se llama a si misma cristiana. O porque somos los actuales manifestadores de Dios en la tierra. ¿Qué somos?
¿Que podemos hacer por las familias que han perdido a sus seres queridos en nuestras comunidades, cuando tenemos la oportunidad de estar cerca de ellos?, no podemos hacer mas que darles consuelo, escucharlos y solamente si ellos lo piden, un consejo. Pero eso es todo.
La manifestación de una nueva epifanía no debe quedar entre las paredes de nuestros templos, pero tampoco se trata de crear súper campañas evangelizadoras que atraigan la atención de todo mundo presentándoles una opción religiosa, tampoco se trata de eso.
La nueva manifestación de Jesucristo en la tierra solamente se puede hacer presente en nuestra forma de vivir. Actuando de forma responsable en lo que a cada uno de nosotros nos corresponde hacer. Cuando llevamos a cabo nuestro trabajo, por más sencillo y humilde que sea ese trabajo, se notará el amor con el que lo haz realizado, porque cuando lo haces sin amor también se notará.
Tú eres la Iglesia, recuerda, en tus manos  y en mis manos se encuentra la prevención de todos esos acontecimientos negativos de nuestro actual México. Tú y yo somos los nuevos manifestadores de Jesucristo. ¿Hay esperanza para todos? Si la hay. Pues vívela y transmítela. ¿Hay amor para todos? Si lo hay. Pues vívelo y transmítelo. ¿Hay perdón para todos? También lo hay. Pues vívelo y transmítelo.
Hermano y hermana, tú puedes contagiar la alegría de vivir a aquellos con quienes compartes cada día, tú haz experimentado en carne propia la salvación que Cristo nos ha traído, y ahora eres una nueva persona. No te quedes con ellos solo para ti.
Trabajemos juntos para darle un mejor rumbo a nuestro México. Y para eso debemos cuidar la caña quebrada y la mecha que arde débilmente, para llevarlo a ser una caña fuerte y una mecha con una gran flama. Ese es el sueño de Dios y la esperanza de un mejor futuro.

¡VIVE LA EPIFANÍA HERMANO!

AMEN.

Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño
robertoaguilar.75@gmail.com

Primer Domingo después de Epifanía – Año B
Enero 8, 2012.