“¿A QUIÉN HE DE SEGUIR?”
“Jesús decidió ir a la región de Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: -Sígueme”
San Juan 1:48
"No todo es capturar criminales sino construir instituciones” dijo el presidente de México Felipe Calderón el sábado 14 de Enero de 2012. Este fue el llamado que ha hecho el presidente desde el estado de Chiapas a toda la sociedad mexicana. En Colima también creemos que no todo debe ser perseguir criminales, aunque reconocemos la importancia de ello, debemos principalmente construir, y no solamente instituciones, hay muchas otras cosas que se han dejado de construir en nuestra nación y que debemos continuar erigiendo.
Un ejemplo claro para seguir esa construcción en nuestra nación se encuentra en los ideales de nuestros héroes nacionales como Pancho Villa y Emiliano Zapata, que fueron precisamente los que impulsaron una nueva forma de vivir en este país. Esos objetivos de igualdad, donde los que más tienen, tengan un poco menos y los que no tienen nada, tengan algo para que se les devuelva su dignidad humana. Nuestro México necesita seguir por ese camino al cual somos llamados hoy nuevamente. Así que no olvidemos aquellos ideales en los cuales se ha fundado esta nación. Los Ideales de libertad de Miguel Hidalgo y Costilla, y los ideales de justicia de Pancho Villa y Emiliano Zapata, los ideales de igualdad y respeto de Benito Juárez. Jamás olvidemos que somos herederos de tan altos deseos y que ahora nos corresponde a nosotros continuar con esa construcción, porque la historia no ha terminado aun.
Es así que el Evangelio de hoy también nos invita a seguir altos principios. Este segundo domingo después de la Epifanía, Jesús continúa su ministerio llamando a aquellos que han de ser sus primeros seguidores. Jesús se encamina hacia el norte de Galilea, y en ese camino encuentra a Natanael, “un verdadero Israelita, en quien no hay engaño”, quien en los otros evangelios es nombrado como Bartolomé.
Cuando Felipe corre a llamar a Natanael para ir con Jesús, Natanael se muestra un poco inseguro al escuchar la procedencia de Jesús ya que Natanael era originario de Caná y existía cierta rivalidad entre los pueblos de Caná y Nazaret. Así que su primera reacción no es muy esperanzadora. Pero Felipe lo reta diciéndole “ven y compruébalo”.
Felipe y Natanael eran dos hombres que aun conociendo las profecías de la promesa del Mesías, no tenían clara la procedencia, la personalidad, los ideales o la posición política que tendría su Mesías tan esperado.
Pero había algo que haría que toda duda se disipara, algo que a todos nos llena de seguridad cuando no estamos convencidos de la veracidad en alguna situación. Cuando Natanael le pregunta a Jesús“¿Cómo es que me conoces?” “Jesús le respondió: --Te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”.
Natanael entonces sorprendido le responde; “Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel!”
Estas palabras de Jesús, sin duda impactaron la vida de Natanael.
La sombra de la higuera, era un sitio tranquilo para el alma reverente. Y seguramente Natanael como un buen judío, se encontraba orando y meditando, conversando con Dios. No sabemos cuál habrá sido exactamente su dialogo con Dios, pero lo que si sabemos y podemos darnos cuenta es que Jesús conocía exactamente lo que Natanael tenía en su corazón, y vemos con seguridad que las palabras de Jesús fueron la respuesta al dialogo que Natanael había tenido con Dios bajo esa higuera.
Hermano y hermana, así como le ocurrió a Natanael en su conversación con Dios. También nos ocurre a nosotros, cuando meditamos, en una recamara, en la calle, en un templo, en el parque, en cualquier lugar. Dios esta ahí escuchando atentamente nuestro voz interna. Queridos hermanos Dios disipa todas nuestras dudas cuando somos atentos a su voz. Esa voz que escuchamos a través de nuestra vida diaria en cada acontecimiento. Esa es la voz de Jesucristo que viene a llamarnos, Jesús quiere que lo sigamos para que seamos sus discípulos y nos encontremos con la felicidad. La mejor manera de construir es siguiendo a Jesús viviendo una vida de fe y acción.
El día de ayer, 14 de enero, el presidente de la república nos hizo un llamado, nos invitó a que nos unamos para construir. Esa voz seguramente es la voz de Dios llamándonos nuevamente, para que no olvidemos que cada uno de nosotros somos los que le damos sentido a nuestro presente.
Existe un poema llamado INVICTUS del poeta inglés William Ernest Henley del siglo XIX, el cuál refleja la fuerza interna que cada uno de nosotros poseemos. El poema dice así:
“Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias
Ni me he lamentado ni he dado gritos.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma”.
Existen muchas voces del pasado que nos dicen ¡no dejes de construir!, las voces de aquellos personajes históricos, santos, mártires, apóstoles, pastores, sacerdotes, pueblos conquistados, héroes nacionales y muchos otros más.
Hermano y hermana, este segundo domingo de epifanía Jesús te ha llamado nuevamente a ti, “¡ SÍGUEME!” Él ha escuchado tus oraciones desde lo más profundo de tu corazón. Ahora, prosigue en la construcción del México libre y justo que tanto deseas, retoma los ideales que nos han otorgaron una gran nación, recuerda “Tú eres el amo de tu destino, tú eres el capitán de tu alma.
¡SIGUAMOS A CRISTO!
AMEN.
Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño
robertoaguilar.75@gmail.com
Segundo domingo después de Epifanía – Año B
Enero 15, 2012.
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