domingo, 26 de agosto de 2012


MÉXICO NECESITA DE TU DECISIÓN


“Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:
—Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? [...] Simón Pedro le contestó:
—Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna.  Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”
 San Juan 6:60,68

“A veces es conveniente alejarse del torbellino de los acontecimientos para adquirir una perspectiva más amplia. Pudiéramos pensar que estos meses son una transición entre un gobierno y otro, pero si examinamos las cosas con más cuidado veremos que en realidad se trata de la misma época. Una larga época de 30 años en la que el país ha vivido una crisis profunda con varios momentos de agravamiento y un tono general de descomposición. Esta época de decadencia se ha caracterizado en el área económica por la desaceleración del proceso de crecimiento, altos índices de desempleo, reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, emigración masiva de la mano de obra, etcétera…” El despertar. Por: José Agustín Ortiz Pinchetti: La Jornada, 26 de agosto 2012.

En este siglo XXI se han incrementando considerablemente los medios de comunicación, sobre todo el Internet. Las noticias viajan en cuestión de minutos, nos enteramos de los sucesos más relevantes en un instante, todo el mundo puede enterarse al mismo tiempo de lo que pasa en en el punto mas lejano del planeta, el Internet ha revolucionado la comunicación de nuestro tiempo. En cambio la televisión poco a poco va pasando a un lugar menos recurrente en cuestión de información, además de que la noticia en televisión puede ser fácilmente manipulada. Pero el Internet nos da la oportunidad de ver y escuchar diferentes puntos de vista entorno a una noticia, dejando al público en general hacer un juicio personal. De esa manera se puede tener una idea más clara de la realidad que sucede en el mundo y en nuestro país.
En estos últimos meses, las noticias nos han hablado de palabras como democracia, neo-liberalismo, dictadura, política, fraude, elecciones, atentado, crisis, solo por mencionar algunas. Y nos enfrentamos a que algunos medios de comunicación distorsionan y ocultan la información, obedeciendo a sus propios intereses. Sucede en España, en Chile, Estados Unidos, Europa, pero también aquí en nuestro país, México. Todas esas noticias que nos llegan constantemente, nos van creando inquietud por el futuro, por la estabilidad económica y social. La sociedad vive buscando un buen futuro, necesitamos bienestar para nosotros y para nuestros hijos, pero cada vez las instituciones y los gobiernos no nos proporcionan esa tranquilidad que México necesita. En lugar de sentirnos tranquilos en nuestra propia tierra, comenzamos a sentirnos como empujados hacia la orilla de un precipicio. Pero es aquí en donde surge nuestra capacidad de buscar, de estar atentos, de cuidarnos unos a otros, de procurar el bienestar y la prosperidad social.
El ser humano no está hecho para retroceder, para esconderse o para obedecer sin razonar, al contrario, porque decimos y creemos que somos hijos de Dios, debemos vivir con dignidad y grandeza, los hijos e hijas de Dios crean, defienden, luchan, prosperan, porque el hijo y la hija de Dios son los dueños  y señores de este planeta y de lo que en él existe, Dios nos ha dejado a cargo de la creación, para ser buenos mayordomos y no ser esclavos o siervos de nadie. 

En el evangelio de hoy, San Juan 6:60-69, Jesús se enfrenta al rechazo de un grupo de seguidores suyos, lo estaban rechazando porque no estaban dispuestos a aceptar la forma de vida que él les estaba enseñando. Ellos se habían acostumbrados a recibir de Jesús todo, sanidad, comida, palabras de paz y aliento, consejos, pero no estaban dispuestos a dar ni un pedazo del pan que Jesús les había regalado. Jesús nunca rechazó a nadie, así como Dios nunca rechaza a nadie, pero como aquellos que le dieron la espalda a Jesús, somos nosotros los que en ocasiones le decimos lo mismo a Dios con nuestras actitudes, no quiero nada contigo, no estoy dispuesto a decir la verdad a tus hijos, no estoy dispuesto a compartir prosperidad con tus hijos, no estoy dispuesto a repartir entre mis paisanos lo que a ellos les pertenece, porque todo lo quiero solo para mí y para los míos. Esa fue la actitud de aquel grupo de personas que le dieron la espalda a Jesús y a Dios.

Buscar todo aquello que necesitamos no es malo, al contrario, nos ayuda a tomar mejores decisiones, y Jesús, el buen maestro, nos lleva a la reflexión de una búsqueda más interna, la verdad que esta dentro de cada ser humano, en el ser interior. En la época de Jesús había una situación parecida a la que hoy estamos viviendo en nuestro México, opresión, esclavitud, fraude, agonía por los salarios bajos, injusticia de las autoridades, en fin, muy parecido a nuestra situación actual. Pero vemos al maestro mostrarnos un camino, sobre todo un camino que nos lleva a despertar nuestras conciencias, para calmar la guerra interna y traer la paz, nos enseña a que  tomemos un respiro, y que podamos encontrar la tranquilidad que nos lleva a la fe.
Jesús no podía solucionar todo lo que estaba pasando en aquella época, como tampoco Dios puede hacer algo instantáneo  por la situación actual si le damos la espalda como aquellos que lo hicieron con Jesús. Pero Jesús los llevaba a que observaran las situaciones y que vieran todo desde otro ángulo, para que con serenidad y calma se abrieran el paso a encontrar los cambios que necesitaba su sociedad. Mucha gente lo seguía, porque buscaban que él resolviera todo sus conflictos, buscaban repuestas, buscaban soluciones precisas y rápidas. La desesperación se reflejaba en cada rostro y si Jesús no cumplía con sus expectativas, entonces preferían darse la vuelta e irse.

No era que Jesús estuviera ajeno a lo que acontecía, él sabía perfectamente de toda la injusticia del gobierno, él sabía de la hipocresía inclusive de su misma religión judía, los sacerdotes que tenían la obligación de ver por el pueblo como hijos, eran los primeros que los sometían a las famosas “leyes”. Solo para seguir viviendo de sus ofrendas e impuestos, acrecentando su ego y su arrogancia. Ni el gobierno, ni la iglesia le daban al pueblo seguridad, solo era tiranía y mucha injusticia. Jesús sabía perfectamente todo esto y mucho más. Pero su mensaje no podía enfocarse en eso. Jesús llevaba a sus seguidores a que vieran el reino de Dios, partiendo de su ser interior, allí estaba el oasis que ellos necesitaban, ese lugar quería mostrarles Jesús, en donde lo exterior por muy crudo que fuera no podía afectar lo interno. De esa forma Jesús podía llevarlos a la libertad y la prosperidad.
Entonces vemos como la exposición del mensaje de Jesús causaba reacción. Y en esa ocasión  tubo que voltear hacia sus discípulos más cercanos y preguntarles a ellos, ¿También ustedes quieren irse? Y en la respuesta de Pedro se ven reflejados todos aquellos quienes optaron por la otra opción, Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna.  Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.” 
Jesús solo puede ofrecerte un camino, el camino de la libertad de tu ser, el de la esperanza de la vida eterna, solo puede darte la unión con Dios, su Padre,  y llevarte al éxtasis  de sentirte unido con todo el universo. Soló eso puede ofrecerte. Algunos le dijeron no lo entendemos y no lo aceptamos, y se retiraron. Pero otros estuvieron dispuestos a esforzarse por entender y aceptar.

Querido hermano y hermana, la situación actual es muy cruda para muchos de nosotros, es muy frágil, es muy injusta, es muy difícil. Pero Jesús nos vuelve a  decir de nuevo, solo puedo ofrecerte tu libertad. Y es allí en donde comienza todo. Haz estado por mucho tiempo buscando, ahora tienes dos caminos, bajar la cabeza y decirle a Jesús, esto no es lo que busco, o decirle “¿A quien iré? si solo tu tienes palabras de vida eterna”.
Cuando nos unimos con Cristo, él nos libera y podemos vencer cualquier obstáculo que sobrevenga en nuestra vida. Podemos pelear contra la tiranía, contra la injusticia, contra la mentira, contra la represión, contra el abuso que se hace a nuestros hermanos más vulnerables. Es importante y necesario seguir luchando por todo ello, y por esa razón te animo a continuar buscando la libertad de tu ser interior. Jesús nos ofrece una vida eterna donde el amor, la justicia, el respeto, la honestidad, sean una realidad en nuestras vidas. Somos libres para tomar cualquier decisión, cualquiera que fuere, Dios jamás te abandona, porque esta dentro de ti. No estas solo, Dios está siempre contigo y él te bendice constantemente. Continúa ayudándote a encontrar la verdad  y ayudando a otros para que también la encuentren.
Recuerda que esa verdad está dentro de ti, la que te provee de la paz y la armonía, cuando le dices a Dios, ¿A quien iré? Si solo  tu tienes palabras de vida eterna”. Amén.


Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com

26 de agosto del 2012.

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