ESTOY UNIDO CON EL RESTO DE LA HUMANIDAD
“Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo” San Juan 6:51
“Es muy probable que ustedes piensen que soy un exagerado sin remedio y estarán en todo su derecho, sobre todo si les digo que desde este gobierno federal está a punto de cometerse el peor robo a la Nación de todos los tiempos. O sea, un crimen de Estado. Sí, ya les adivino a algunos las caras de escepticismo, nomás les pido chance para explicarles que se trata de la compra, ya casi amarrada, de un nuevo avión presidencial a un precio de 750 millones de dólares, que según el señor Poiré y la Secretaría de la Defensa, urge por seguridad nacional y la del Presidente…]”Sinembargo.mx/video comentario de Ricardo Rocha 10 de agosto de 2012.https://www.youtube.com/watch?v=3GRc7zcHdf8&feature=player_embedded#!
¿Qué es lo que realmente necesitará nuestra nación? Seguridad nacional, Seguridad para el presidente O bienestar para el pueblo de México. ¿Qué será lo más urgente? Y continúa Ricardo Rocha en su video comentario diciendo “[…Pero lo que no nos han dicho nuestras generosas autoridades es que ese costo representa 9,980 millones de pesos que equivalen a 98 Universidades de a 100 millones cada una, 196 prepas o secundarias de a 50, al menos 9 hospitales equipados de más de 1,000 millones de pesos cada uno, o 19,600 casas de 500 mil pesos…]”, Y termina Ricardo Rocha diciendo que […esto es un insulto a … 3 millones de desempleados, 14 millones de informales que apenas sobreviven cada día…]”.
Existen muchas cosas injustas que están ocurriendo en nuestra sociedad, pero no todas las podemos frenar de manera instantánea como quisiéramos, existe todo un sistema el cuál no podemos controlar desde nuestra intervención personal o nuestra opinión. Sin embargo, sí hay algo que podemos hacer para construir una mejor sociedad. Pero antes que nada, debemos respondernos esta pregunta ¿Hasta dónde estoy dispuesto a hacer por los demás?
En la porción del Evangelio de hoy (San Juan 6:37-51), Jesús expone ante sus oyentes lo que él está dispuesto a hacer por el resto de la humanidad. Esto era algo difícil de comprender para sus oyentes, ya que en el mundo en el que Jesús vivió, las costumbres eran muy distintas a las nuestras. En aquella época solo se concebía a un dios nacional, un dios que solamente estaba del lado del que cumplía con las tradiciones y leyes judías, un dios que únicamente premiaba la obediencia de los más religiosos, y que castigaba a aquellos que le desobedecían o que no cumplían con las órdenes de los líderes religiosos.
Jesús entonces, presentó la verdadera esencia del Dios de los judíos, un Dios que está dispuesto a darse a conocer tal como siempre ha sido. Un Dios que no solo ama, sino que el amor es parte de su ser, un Dios que no solo perdona, sino que quiere dar a conocer que él habita en cada persona. Un Dios que no solo está dispuesto a dar el pan de cada día, sino que quiere darnos a conocer la capacidad que tenemos para crear un presente de justicia y equidad. Y sobre todo un Dios que siempre ha estado presente más allá de los muros del templo de Jerusalén y más allá de las fronteras de la tierra prometida de Israel.
Para nosotros en esta época es aún difícil comprender las palabras de Jesús, pero aún así el mundo ha comenzado a escuchar esas palabras, que siguen estando presentes en las conciencias, y sobre todo a intentar ponerlas en la práctica. Aunque sea una minoría, eso es lo que se necesita para iniciar el cambio. Por ejemplo, en 1994 la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en (El Cairo, Egipto) planteó 15 principios, dos de los cuales dicen así. “2. Los seres humanos son el objetivo del desarrollo sostenible. La población es el recurso más importante y valioso de una nación. Los países deben asegurarse de que los individuos tienen las oportunidades de explotar sus potencialidades. Tienen el derecho de tener un adecuado nivel de vida ellos y sus familias, incluyendo alimentación adecuada, vestuario, vivienda, agua y servicios sanitarios. 3. El derecho al desarrollo es un derecho inalienable universal y parte integral de los derechos humanos y los seres humanos son el objetivo fundamental del desarrollo, el cual no debe comprometer el de las futuras generaciones.”
Al leer estos dos puntos, pareciera como si se hubieran entendido las palabras de Jesús, “y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado… El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.” Y el anuncio de Jesús trasciende aún más. No solo nos ha prometido dar el pan de cada día, sino también un pan que nos da vida eterna. Pero, ¿que entender por vida eterna?, pues la conciencia de estar vivos, la conciencia de ser felices, conciencia del poder que tenemos en nuestro ser, y que por medio de un cuerpo físico podemos crear vida, crear amor, crear una realidad. Jesús nos ha enseñado también que al ser portadores de la esencia de Dios, somos coparticipes de la creación, y eso nos hace también responsables del bienestar o malestar de nosotros mismos, reflejados en los demás. Es así, que Jesús nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud, con respecto a aquellos que llamamos nuestro prójimo, que más bien deberíamos llamarles hermano y hermana, no en el sentido religioso, sino en el sentido de portadores del mismo ser, la esencia de Dios.
Hermano y hermana, eres uno con Dios, pero también eres uno con el resto de la humanidad, porque en ellos también está el mismo Dios. En realidad no estás tan distanciado de los demás, se nos ha enseñado a dividirnos con religiones, con fronteras, con partidos políticos, con niveles sociales, con estilos de casas, con estilos de vida, etc. Pero eso lo hemos creado los seres humanos, y en el momento que así lo queramos podemos descontinuar esas divisiones, eso sería más sano para nuestra existencia. Nadie es pobre o ignorante por elección propia, todo es una consecuencia de los valores con los que estamos viviendo a diario. Es por eso que cuando comienzan a resquebrajarse esas divisiones, comienza a surgir la unidad entre grupos diversos. Y eso es, a lo que Dios siempre ha querido llevarnos, porque él no creó seres que se dividieran a sí mismos, sino seres que administraran la creación, pero no pasando por encima del mismo derecho que tienen los demás seres humanos, eso está en contra de la misma naturaleza. Es por eso que te invito a responder esta pregunta, ¿Hasta dónde estoy dispuesto a hacer por los demás?
Reflexiona antes de responder, date cuenta que los demás no son ajenos a ti, porque más bien son parte de ti, son como una extensión de tu vida y de tu ser. Y entonces, después de esa reflexión, sabrás responder también ¿Qué es lo que realmente necesita nuestra nación? Y así comprenderás las palabras de Jesús cuando dijo, “El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo” AMÉN.
Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com
12 de agosto del 2012.
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