SERVIR LLEVA AL ÉXITO
Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y
les dijo: —Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y
servirlos a todos.
Luego puso un niño en medio de ellos, y
tomándolo en brazos les dijo:
—El que recibe en mi nombre a un niño como
éste, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no solamente a mí me recibe,
sino también a aquel que me envió. San
Marcos 9:35-37
“Alumnos de alta marginación de Veracruz
logran excelencia
EL
CECYTEV es uno de los subsistemas de bachillerato tecnológico con el mayor
número de estudiantes con buenos resultados y redujo casi 30% la población
escolar de desempeño insuficiente.
Laura Poy Solano. Periodico La Jornada, Viernes
21 de septiembre de 2012, p. 42
Más de
6 mil estudiantes de bachillerato de municipios de alta y muy alta marginación
del estado de Veracruz, lograron ubicarse entre los que tuvieron mejor
desempeño nacional en matemáticas, con la aplicación de un novedoso sistema que
les permite hacer de esta disciplina algo divertido y parte de su vida
cotidiana, afirmó Enrique Calderón Alzati, director de Tecnología Educativa
Galileo.”
Hay hombres y mujeres de quienes pocas veces
se escucha hablar, sus nombres y fotografías no ocupan un lugar importante en
las primeras páginas de los periódicos más famosos del país, tampoco tienen
espacios en radio o televisión. Sin embargo, estos hombres y mujeres viven sirviendo
con todo su esfuerzo, para que las cosas más extraordinarias sucedan en nuestra
sociedad. Sin estos hombres y mujeres que muchas veces viven en el anonimato,
nuestra sociedad no podría seguir sosteniéndose, y mucho menos fomentar la
esperanza de un mejor futuro. Así que para seguir fortaleciendo nuestra
libertad como seguidores del mensaje de Jesucristo y como nación independiente,
tú y yo también tenemos la oportunidad de ser parte de esos hombres y mujeres
que viven construyendo el futuro de la nación, aún dentro del anonimato.
Desde el año 2003, el Dr. Enrique Calderón
Alzati, dirige el proyecto Galileo de Tecnología Educativa. Su trabajo ha
alcanzado grandes resultados, pero lo más valioso ha sido que esos resultados
se han colocado en las manos de niños y jóvenes estudiantes de escasos
recursos, esos resultados están formando un camino de esperanza para sus vidas,
resultados como estos, son el detonante de cambios que transforman positivamente
a una sociedad que ha estado lista desde siempre a llevar una vida de
excelencia.
En el evangelio de este domingo, San Marcos
9:30:37, Jesús enseña a sus discípulos a rencontrarse precisamente con esa vida
de excelencia a la cual hemos sido llamados todos. Los discípulos, por un
momento habían dejado de razonar las palabras de Jesús cuando les hablaba de su
muerte y de su resurrección. Seguía siendo difícil para los discípulos entender
el pensamiento de Jesús, era muy complicado para ellos dejar a un lado la
esperanza de ver con sus propios ojos al Mesías reinando terrenalmente, echando
fuera a los romanos y reconstruyendo el reino de Israel.
Es entonces cuando Jesús ve la oportunidad de
aclarar algo con ellos. Al llegar a la ciudad de Cafarnaúm, Jesús nuevamente
comienza a enseñar a su pequeño grupo. Jesús nota que ellos están tratando de
organizarse, compitiendo por el lugar más importante.
En aquella época, tanto los niños como las
mujeres no tenían un lugar de importancia en la vida social, es por eso que
Jesús, al hablarles de cómo llegar a ser el más importante entre los demás,
toma a un niño para ponerlo en medio del grupo. Seguramente esa fue una acción
fuera de lo común para los discípulos. Pero sería la introducción de su
enseñanza.
“Los griegos contaban la historia de un
espartano que se llamaba Pedareto. Había que escoger trescientos hombres para
que gobernaran Esparta, y Pedareto era uno de los candidatos. Cuando se dio a
conocer la lista de los que habían sido elegidos, su nombre no estaba en ella.
< Lo siento -dijo uno de sus amigos-, pero tú no has sido elegido. La gente
debiera haber sabido lo bueno que hubieras resultado como ministro del estado.»
«Yo me alegro -dijo Pedareto- de que haya en Esparta trescientos hombres que
son mejores que yo.» Pedareto era un hombre que llegó a ser una leyenda, porque
estaba dispuesto a dejarles a otros el primer lugar sin sucumbir a la envidia o
al rencor.”
La actitud de Pedareto, es la actitud de la
que hablaba Jesús, actitud que se necesita para servir a alguien que se asemeja
a un niño. Sobre todo porque un niño no puede retribuir lo que alguien hace por
él, por el contrario un niño necesita de mucha ayuda para poder vivir, necesita
que los adultos cubran todas sus necesidades.
Esta enseñanza de Jesús no era nueva, pues la
Torá ya la contenía, “No seas vengativo ni rencoroso con tu
propia gente. Ama a tu prójimo, que es como tú mismo. Yo soy el Señor.
Deuteronomio 19:18” La
diferencia era que Jesús llevaba la palabra de la ley a lo más práctico de la
vida cotidiana, ese era uno de los secretos de Jesús, darle vida a la ley.
Ser el primero, ocupar los mejores puestos,
alcanzar el privilegio de estar en un buen lugar, buscar la manera de permanecer
con los de arriba, mantener un buen estatus, esto y más es lo que se nos han
hecho pensar que es la manera de lograr el éxito en la vida. Supuestamente esto
nos dará reconocimiento y una buena imagen ante el mundo. Este era también el
pensamiento de los discípulos de Jesús, creían que el éxito era ocupar el mejor
lugar, pasando por encima de los demás. Eso por supuesto nunca fue la enseñanza
de Jesús.
¿Queremos alcanzar el éxito?, ¿Queremos
lograr algo con nuestra vida, trascender mas allá de lo que el sistema nos marca?
Pues la manera más segura, más digna y más adecuada para lograrlo, es por medio
del servicio que podemos dar a los demás. “Si
alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a
todos” les dijo
Jesús a sus discípulos. Así es, servir a todos. Dar vida a otros,
dar esperanza a otros, dar ánimo a otros, dar confianza a otros, dar
oportunidades, dar paz, dar fe, dar fortaleza. Jesús jamás pensó en ser el rey
de los judíos, jamás pensó en tener un puesto importante para que lo sirvieran,
jamás uso su poder para humillar, jamás uso su misión para engañar o abusar de
los demás, jamás uso su estatus para burlarse de otros, Él vino a servir a todos,
¿Pero de que manera? No de la forma que nos lo ha presentado, Jesús nunca fue el
agachado, el sirviente, el sentimentalista, el que decía si a todo, el que se
quedaba callado ante una injusticia, NO. Jesús enseñó que servir a todos es ayudar
a que otros encuentren su propósito en la vida, servir a otros es darles esperanza,
servir a otros es alimentarlos física y espiritualmente, servir a otros es
llevarlos a que se encuentren con la felicidad, motivándoles para que puedan
transformar sus debilidades en fortalezas, llevarles a recuperar aquello que
parecía haber estado perdido en sus vidas. Hermano y hermana, ¿Cómo estás
sirviendo tú a tu prójimo? ¿Qué dones, talentos o fortalezas tienes tú, con la que
tu prójimo pueda mejorar? El Dr. Enrique Calderón Alzati, ha usado sus
talentos, sus dones, su tiempo y mucho más, y todo eso lo ha puesto al servido
de su prójimo, niños y jóvenes que ahora han comenzado a alcanzar la excelencia
en sus estudios. Eso es servir, eso es llegar a ser grandes. No se trata de
aspirar a puestos elevados, se trata de empezar a servir desde hoy, con lo que
tienes a tu alcance, no se trata de dar mucho, se trata de dar lo que tu puedes
dar, pero dándolo con amor. De esa forma serás elevado por Dios a ocupar los
mejores puestos. Y cuando llegues a ellos, después de haber servido con amor, podrás
cumplir el objetivo de esos puestos, pero los podrás desempeñar con excelencia.
Jesús triunfó en su misión, pues bajó del cielo, sirvió al ser humano y Dios lo
elevo a tomar su verdadero lugar. Ese es el mayor éxito, el cuál también tú puedes
alcanzar. Amén.
Pbro.
Roberto Aguilar-Cedeño.
23 de
septiembre del 2012.
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