2 DE OCTUBRE
1968
"Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos." San Mateo 5:10
Todo ser humano es intrínsecamente libre, y esa libertad lo lleva a buscar la justicia. La justicia que un ser humano libre anhela, no es solo para él o para ella, pues luchará por compartirla para todos.
Nuestros hermanos caídos aquella tarde lluviosa del 2 de Octubre de 1968 en la Plaza de las tres culturas o Plaza de Tlatelolco, se encontraban luchando precisamente por esa justicia para todos. La sangre derramada de aquellos que murieron allí, no fue en vano, pues ahora podemos recordarles con orgullo, pero sobre todo, podemos seguir sosteniendo en alto los ideales de la verdadera libertad que nos trae justicia a todos.
Mexicanos y mexicanas, nunca dejen de vivir diariamente con el orgullo de haber tenido hermanos tan valientes como esos jóvenes, que tuvieron que dar su vida para que no olvidemos que somos los hombres y las mujeres libres que Dios tiene por hijos e hijas.
Dios les bendice a Ellos y a Ustedes también. Amén.
__________
Concede, oh Dios, que tu santo y vivificador Espíritu anime de tal manera a todo ser humano especialmente a los habitantes de este país, México, que se derrumben las barreras que nos dividen, que desaparezcan las sospechas y que cesen los odios; a fin de que, sanadas nuestras divisiones, vivamos en paz y justicia; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario