domingo, 26 de agosto de 2012


MÉXICO NECESITA DE TU DECISIÓN


“Al oír estas enseñanzas, muchos de los que seguían a Jesús dijeron:
—Esto que dice es muy difícil de aceptar; ¿quién puede hacerle caso? [...] Simón Pedro le contestó:
—Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna.  Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.”
 San Juan 6:60,68

“A veces es conveniente alejarse del torbellino de los acontecimientos para adquirir una perspectiva más amplia. Pudiéramos pensar que estos meses son una transición entre un gobierno y otro, pero si examinamos las cosas con más cuidado veremos que en realidad se trata de la misma época. Una larga época de 30 años en la que el país ha vivido una crisis profunda con varios momentos de agravamiento y un tono general de descomposición. Esta época de decadencia se ha caracterizado en el área económica por la desaceleración del proceso de crecimiento, altos índices de desempleo, reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, emigración masiva de la mano de obra, etcétera…” El despertar. Por: José Agustín Ortiz Pinchetti: La Jornada, 26 de agosto 2012.

En este siglo XXI se han incrementando considerablemente los medios de comunicación, sobre todo el Internet. Las noticias viajan en cuestión de minutos, nos enteramos de los sucesos más relevantes en un instante, todo el mundo puede enterarse al mismo tiempo de lo que pasa en en el punto mas lejano del planeta, el Internet ha revolucionado la comunicación de nuestro tiempo. En cambio la televisión poco a poco va pasando a un lugar menos recurrente en cuestión de información, además de que la noticia en televisión puede ser fácilmente manipulada. Pero el Internet nos da la oportunidad de ver y escuchar diferentes puntos de vista entorno a una noticia, dejando al público en general hacer un juicio personal. De esa manera se puede tener una idea más clara de la realidad que sucede en el mundo y en nuestro país.
En estos últimos meses, las noticias nos han hablado de palabras como democracia, neo-liberalismo, dictadura, política, fraude, elecciones, atentado, crisis, solo por mencionar algunas. Y nos enfrentamos a que algunos medios de comunicación distorsionan y ocultan la información, obedeciendo a sus propios intereses. Sucede en España, en Chile, Estados Unidos, Europa, pero también aquí en nuestro país, México. Todas esas noticias que nos llegan constantemente, nos van creando inquietud por el futuro, por la estabilidad económica y social. La sociedad vive buscando un buen futuro, necesitamos bienestar para nosotros y para nuestros hijos, pero cada vez las instituciones y los gobiernos no nos proporcionan esa tranquilidad que México necesita. En lugar de sentirnos tranquilos en nuestra propia tierra, comenzamos a sentirnos como empujados hacia la orilla de un precipicio. Pero es aquí en donde surge nuestra capacidad de buscar, de estar atentos, de cuidarnos unos a otros, de procurar el bienestar y la prosperidad social.
El ser humano no está hecho para retroceder, para esconderse o para obedecer sin razonar, al contrario, porque decimos y creemos que somos hijos de Dios, debemos vivir con dignidad y grandeza, los hijos e hijas de Dios crean, defienden, luchan, prosperan, porque el hijo y la hija de Dios son los dueños  y señores de este planeta y de lo que en él existe, Dios nos ha dejado a cargo de la creación, para ser buenos mayordomos y no ser esclavos o siervos de nadie. 

En el evangelio de hoy, San Juan 6:60-69, Jesús se enfrenta al rechazo de un grupo de seguidores suyos, lo estaban rechazando porque no estaban dispuestos a aceptar la forma de vida que él les estaba enseñando. Ellos se habían acostumbrados a recibir de Jesús todo, sanidad, comida, palabras de paz y aliento, consejos, pero no estaban dispuestos a dar ni un pedazo del pan que Jesús les había regalado. Jesús nunca rechazó a nadie, así como Dios nunca rechaza a nadie, pero como aquellos que le dieron la espalda a Jesús, somos nosotros los que en ocasiones le decimos lo mismo a Dios con nuestras actitudes, no quiero nada contigo, no estoy dispuesto a decir la verdad a tus hijos, no estoy dispuesto a compartir prosperidad con tus hijos, no estoy dispuesto a repartir entre mis paisanos lo que a ellos les pertenece, porque todo lo quiero solo para mí y para los míos. Esa fue la actitud de aquel grupo de personas que le dieron la espalda a Jesús y a Dios.

Buscar todo aquello que necesitamos no es malo, al contrario, nos ayuda a tomar mejores decisiones, y Jesús, el buen maestro, nos lleva a la reflexión de una búsqueda más interna, la verdad que esta dentro de cada ser humano, en el ser interior. En la época de Jesús había una situación parecida a la que hoy estamos viviendo en nuestro México, opresión, esclavitud, fraude, agonía por los salarios bajos, injusticia de las autoridades, en fin, muy parecido a nuestra situación actual. Pero vemos al maestro mostrarnos un camino, sobre todo un camino que nos lleva a despertar nuestras conciencias, para calmar la guerra interna y traer la paz, nos enseña a que  tomemos un respiro, y que podamos encontrar la tranquilidad que nos lleva a la fe.
Jesús no podía solucionar todo lo que estaba pasando en aquella época, como tampoco Dios puede hacer algo instantáneo  por la situación actual si le damos la espalda como aquellos que lo hicieron con Jesús. Pero Jesús los llevaba a que observaran las situaciones y que vieran todo desde otro ángulo, para que con serenidad y calma se abrieran el paso a encontrar los cambios que necesitaba su sociedad. Mucha gente lo seguía, porque buscaban que él resolviera todo sus conflictos, buscaban repuestas, buscaban soluciones precisas y rápidas. La desesperación se reflejaba en cada rostro y si Jesús no cumplía con sus expectativas, entonces preferían darse la vuelta e irse.

No era que Jesús estuviera ajeno a lo que acontecía, él sabía perfectamente de toda la injusticia del gobierno, él sabía de la hipocresía inclusive de su misma religión judía, los sacerdotes que tenían la obligación de ver por el pueblo como hijos, eran los primeros que los sometían a las famosas “leyes”. Solo para seguir viviendo de sus ofrendas e impuestos, acrecentando su ego y su arrogancia. Ni el gobierno, ni la iglesia le daban al pueblo seguridad, solo era tiranía y mucha injusticia. Jesús sabía perfectamente todo esto y mucho más. Pero su mensaje no podía enfocarse en eso. Jesús llevaba a sus seguidores a que vieran el reino de Dios, partiendo de su ser interior, allí estaba el oasis que ellos necesitaban, ese lugar quería mostrarles Jesús, en donde lo exterior por muy crudo que fuera no podía afectar lo interno. De esa forma Jesús podía llevarlos a la libertad y la prosperidad.
Entonces vemos como la exposición del mensaje de Jesús causaba reacción. Y en esa ocasión  tubo que voltear hacia sus discípulos más cercanos y preguntarles a ellos, ¿También ustedes quieren irse? Y en la respuesta de Pedro se ven reflejados todos aquellos quienes optaron por la otra opción, Señor, ¿a quién podemos ir? Tus palabras son palabras de vida eterna.  Nosotros ya hemos creído, y sabemos que tú eres el Santo de Dios.” 
Jesús solo puede ofrecerte un camino, el camino de la libertad de tu ser, el de la esperanza de la vida eterna, solo puede darte la unión con Dios, su Padre,  y llevarte al éxtasis  de sentirte unido con todo el universo. Soló eso puede ofrecerte. Algunos le dijeron no lo entendemos y no lo aceptamos, y se retiraron. Pero otros estuvieron dispuestos a esforzarse por entender y aceptar.

Querido hermano y hermana, la situación actual es muy cruda para muchos de nosotros, es muy frágil, es muy injusta, es muy difícil. Pero Jesús nos vuelve a  decir de nuevo, solo puedo ofrecerte tu libertad. Y es allí en donde comienza todo. Haz estado por mucho tiempo buscando, ahora tienes dos caminos, bajar la cabeza y decirle a Jesús, esto no es lo que busco, o decirle “¿A quien iré? si solo tu tienes palabras de vida eterna”.
Cuando nos unimos con Cristo, él nos libera y podemos vencer cualquier obstáculo que sobrevenga en nuestra vida. Podemos pelear contra la tiranía, contra la injusticia, contra la mentira, contra la represión, contra el abuso que se hace a nuestros hermanos más vulnerables. Es importante y necesario seguir luchando por todo ello, y por esa razón te animo a continuar buscando la libertad de tu ser interior. Jesús nos ofrece una vida eterna donde el amor, la justicia, el respeto, la honestidad, sean una realidad en nuestras vidas. Somos libres para tomar cualquier decisión, cualquiera que fuere, Dios jamás te abandona, porque esta dentro de ti. No estas solo, Dios está siempre contigo y él te bendice constantemente. Continúa ayudándote a encontrar la verdad  y ayudando a otros para que también la encuentren.
Recuerda que esa verdad está dentro de ti, la que te provee de la paz y la armonía, cuando le dices a Dios, ¿A quien iré? Si solo  tu tienes palabras de vida eterna”. Amén.


Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com

26 de agosto del 2012.

domingo, 19 de agosto de 2012


VIVIR LLENOS DE DIOS, LA MEJOR INVERSIÓN


El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. 
San Juan 6:56,57

 “El número de personas ocupadas en el mercado laboral del país ha crecido en fechas recientes, pero la mayor parte lo ha hecho en condiciones de precariedad, es decir, con niveles salariales bajos y sin acceso a servicios de salud, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Considera que para estimular un mayor incremento del empleo de calidad, debe acelerarse el crecimiento de la economía y mantenerlo a tasas elevadas.
Para ello, debe mantener la estabilidad macroeconómica, estimular la inversión y un ambiente de seguridad y Estado de derecho, así como aprobar las reformas estructurales que requiere el país, como la fiscal, la laboral y la energética.”

Según el Fondo Monetario Internacional, México ocupa el lugar 14 dentro de las 25 economías más grandes del mundo. A pesar de ello, las condiciones de vida en la  mayoría de los mexicanos, no reflejan el lugar que ocupa la economía mexicana a nivel mundial. Ya que la distribución de las riquezas no se ha repartido de manera equitativa, y la división entre ricos y pobres es cada vez mayor.
Ahora bien, ¿Acaso será cierto que los mexicanos no podrán aspirar a un empleo digno, con el que puedan vivir bien y tener acceso a servicios de salud, hasta que exista una economía estable y reformas estructurales?
O ¿Acaso existirá otra forma de alcanzar el sueño de vivir una vida estable, con las condiciones básicas que permitan llevar una vida dedicada al crecimiento integral?, Tú ¿que crees?
En el evangelio de este domingo, San Juan 6:53-59, encontramos una muy importante ayuda, para reflexionar a cerca de esta situación que vivimos actualmente en México, y no solo en nuestro país, pues estas inequidades se viven actualmente en casi todos los países del mundo. Entonces, ¿Que nos dice Cristo para esta situación?

Veamos, tal vez cuando leemos, “comer su carne y beber su sangre” nos puede sonar como una frase un poco extraña si lo interpretáramos literalmente. Pero debemos ir al fondo de lo que Jesús quiso decir realmente con estas palabras.
Durante siglos, esta expresión ha resultado ser grotesca o fantasiosa para personas ajenas al cristianismo durante distintas épocas. Pero, para los oyentes de Jesús, al escuchar esto, surgía en sus mentes imágenes muy familiares relacionadas con los inicios de su propia historia. Y es que escuchar esto era perfectamente normal para quienes conocían el sacrificio en el mundo antiguo.
En ese mundo antiguo se ofrecían animales en sacrificio, parte de la carne que se quemaba era para los sacerdotes y otra parte se le devolvía al que había presentado esa ofrenda, entonces esta persona hacía una fiesta invitando a sus amigos, la cual se llevaba a cabo en el recinto del templo. En esa fiesta se consideraba que el invitado de honor era el dios al que se le había llevado tal sacrificio. Porque al habérsele ofrecido esa carne, se creía que la divinidad había entrado en ella, y al comerla se creía que la divinidad entraba para habitar en la persona que la consumía. Y cuando volvían a sus casas, creían literalmente que volvían llenos de la divinidad.
Tal vez nos puede parecer este un acto de idolatría, o que aquellas personas fueron engañadas. Pero ellos estaban seguros de estar llenas de su dios cada vez que volvían a participar de un sacrificio parecido.
Entonces para los oyentes de Jesús, esas palabras no sonaron tan fuera de la realidad.  

Ahora bien, ¿Cual era la necesidad del ser humano en aquella época? ¿Para que hacían sacrificios de animales? Pues para sentir que la divinidad se podía llevar dentro de si mismos. Por esa razón se tuvieron que hacer tantos sacrificios, de animales como de humanos en otras culturas. Para poder tener una conexión con el dios al que le rendían culto. La mayoría de las religiones existen por esa razón, pues era vital sentir que su dios los acompañaba, los protegía y les proveía de sus necesidades. Y ¿Que querían que les proveyera la divinidad?, pues compañía en su soledad, prosperidad en la inestabilidad, felicidad en la amargura, valentía frente al miedo, redención frente a la culpa. Todos participaban, ya fuera por compromiso, por que la mayoría lo hacía, pero nadie se escapa de sentir esa necesidad de vivir cerca de la  divinidad.
Lamentablemente algunos líderes en todas las épocas, sobre todo lideres religiosos y políticos, se han aprovechado de está necesidad que tiene el pueblo, y la han utilizado para satisfacer fines egoístas y que tanto daño han hecho, ocasionando que no hayamos podido alcanzar la equidad y justicia que necesita la humanidad.
Por esa razón la lectura de hoy nos apunta hacia la esencia de las palabras de Jesucristo. Dios está observando toda la infamia que se vive en el mundo, él, intenta abrirnos los ojos de mil maneras. Él nos dice, yo soy el que saciará tu necesidad, “come mi carne y bebe mi sangre”. Yo puedo rescatarte de tu soledad, yo puedo sanar tus miedos, yo puedo llevarte a la felicidad, yo puedo darte la estabilidad, yo puedo saciarte de vida.

Lamentablemente hay mucha tiranía en algunas instituciones o regímenes que han perdido de vista los derechos del pueblo, y no han querido ver al ser humano como un ser de amor lleno de la esencia de Dios. Pero, a pesar de ello podemos cambiar la situación de México, ¡Claro que si! Y precisamente lo podemos lograr con su esencia, su vida dentro de nosotros, su amor que nos envuelve y eso cambia todo. Así es, la esencia de Dios cambia la manera de pensar, la manera de actuar, la manera de vivir.

Hermano y hermana, yo te animo a que sigamos cambiando a México, pero partiendo desde dentro de nuestro ser interior, allí en donde comiendo la carne de Cristo, podemos cumplir el propósito de vivir una vida digna, y en donde bebiendo de su sangre, podemos comenzar a vivir nuestra vida eterna a partir de hoy. Dios ya esta dentro de nosotros, ya no tenemos que doblegarnos ante la tiranía de los egoísmos, y que han preferido decir que Dios es ajeno a ellos por conveniencia. Vive tu vida con fuerza. Dios ya vive en ti. Y nunca dejes de practicar de ver a Dios en cada ser humano que te encuentres en tu camino, rico, pobre, con educación, sin educación, mujer, hombre, de cualquier raza u orientación sexual, porque todos llevamos a Dios dentro de nosotros, todos llevamos vida y la vida solo viene de Dios.

Es así que nuestra Santa Eucaristía toma aún mas sentido, pues nos damos cuenta de que celebramos y compartimos juntos del mismo pan y del mismo vino, esos dos elementos que representan la carne y la sangre de Cristo, y que cuando los tomamos con fe y con una mente abierta, nuestra disposición y la entrega de Dios se funden en un solo acto, llenándonos de la fuente única de vida, de bienestar, de paz y de prosperidad.
Eso es lo que el mundo necesita antes de las reformas o la estabilidad económica, todo eso será importante y alcanzable, pero no debemos dejar de lado lo esencial por atender lo urgente, y lo esencial es llenarnos de Dios, como lo dijo Jesús, “El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí.”  AMÉN.


Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com

19 de agosto de 2012.

domingo, 12 de agosto de 2012

ESTOY UNIDO CON EL RESTO DE LA HUMANIDAD


 “Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo” San Juan 6:51

“Es muy probable que ustedes piensen que soy un exagerado sin remedio y estarán en todo su derecho, sobre todo si les digo que desde este gobierno federal está a punto de cometerse el peor robo a la Nación de todos los tiempos. O sea, un crimen de Estado. Sí, ya les adivino a algunos las caras de escepticismo, nomás les pido chance para explicarles que se trata de la compra, ya casi amarrada, de un nuevo avión presidencial a un precio de 750 millones de dólares, que según el señor Poiré y la Secretaría de la Defensa, urge por seguridad nacional y la del Presidente…]”Sinembargo.mx/video comentario de Ricardo Rocha 10 de agosto de 2012.https://www.youtube.com/watch?v=3GRc7zcHdf8&feature=player_embedded#! 

¿Qué es lo que realmente necesitará nuestra nación? Seguridad nacional, Seguridad para el presidente O bienestar para el pueblo de México. ¿Qué será lo más urgente? Y continúa Ricardo Rocha en su video comentario diciendo “[…Pero lo que no nos han dicho nuestras generosas autoridades es que ese costo representa 9,980 millones de pesos que equivalen a 98 Universidades de a 100 millones cada una, 196 prepas o secundarias de a 50, al menos 9 hospitales equipados de más de 1,000 millones de pesos cada uno, o 19,600 casas de 500 mil pesos…]”, Y termina Ricardo Rocha diciendo que […esto es un insulto a … 3 millones de desempleados, 14 millones de informales que apenas sobreviven cada día…]”.

Existen muchas cosas injustas que están ocurriendo en nuestra sociedad, pero no todas las podemos frenar de manera instantánea como quisiéramos, existe todo un sistema el cuál no podemos controlar desde nuestra intervención personal o nuestra opinión. Sin embargo, sí hay algo que podemos hacer para construir una mejor sociedad. Pero antes que nada, debemos respondernos esta pregunta ¿Hasta dónde estoy dispuesto a hacer por los demás?

En la porción del Evangelio de hoy (San Juan 6:37-51), Jesús expone ante sus oyentes lo que él está dispuesto a hacer por el resto de la humanidad. Esto era algo difícil de comprender para sus oyentes, ya que en el mundo en el que Jesús vivió, las costumbres eran muy distintas a las nuestras. En aquella época solo se concebía a un dios nacional, un dios que solamente estaba del lado del que cumplía con las tradiciones y leyes judías, un dios que únicamente premiaba la obediencia de los más religiosos, y que castigaba a aquellos que le desobedecían o que no cumplían con las órdenes de los líderes religiosos.  
Jesús entonces, presentó la verdadera esencia del Dios de los judíos, un Dios que está dispuesto a darse a conocer tal como siempre ha sido. Un Dios que no solo ama, sino que el amor es parte de su ser, un Dios que no solo perdona, sino que quiere dar a conocer que él habita en cada persona. Un Dios que no solo está dispuesto a dar el pan de cada día, sino que quiere darnos a conocer la capacidad que tenemos para crear un presente de justicia y equidad. Y sobre todo un Dios que siempre ha estado presente más allá de los muros del templo de Jerusalén y más allá de las fronteras de la tierra prometida de Israel.  

Para nosotros en esta época es aún difícil comprender las palabras de Jesús, pero aún así el mundo ha comenzado a escuchar esas palabras, que siguen estando presentes en las conciencias, y sobre todo a intentar ponerlas en la práctica. Aunque sea una minoría, eso es lo que se necesita para iniciar el cambio. Por ejemplo, en 1994 la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en (El Cairo, Egipto) planteó 15 principios, dos de los cuales dicen así. “2. Los seres humanos son el objetivo del desarrollo sostenible. La población es el recurso más importante y valioso de una nación. Los países deben asegurarse de que los individuos tienen las oportunidades de explotar sus potencialidades. Tienen el derecho de tener un adecuado nivel de vida ellos y sus familias, incluyendo alimentación adecuada, vestuario, vivienda, agua y servicios sanitarios. 3. El derecho al desarrollo es un derecho inalienable universal y parte integral de los derechos humanos y los seres humanos son el objetivo fundamental del desarrollo, el cual no debe comprometer el de las futuras generaciones.”
Al leer estos dos puntos, pareciera como si se hubieran entendido las palabras de Jesús, “y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que me ha dado… El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.” Y el anuncio de Jesús trasciende aún más. No solo nos ha prometido dar el pan de cada día, sino también un pan que nos da vida eterna. Pero, ¿que entender por vida eterna?, pues la conciencia de estar vivos, la conciencia de ser felices, conciencia del poder que tenemos en nuestro ser, y que por medio de un cuerpo físico podemos crear vida, crear amor, crear una realidad. Jesús nos ha enseñado también que al ser portadores de la esencia de Dios, somos coparticipes de la creación, y eso nos hace también responsables del bienestar o malestar de nosotros mismos, reflejados en los demás. Es así, que Jesús nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud, con respecto a aquellos que llamamos nuestro prójimo, que más bien deberíamos llamarles hermano y hermana, no en el sentido religioso, sino en el sentido de portadores del  mismo ser, la esencia de Dios.

Hermano y hermana, eres uno con Dios, pero también eres uno con el resto de la humanidad, porque en ellos también está el mismo Dios. En realidad no estás tan distanciado de los demás, se nos ha enseñado a dividirnos con religiones, con fronteras, con partidos políticos, con niveles sociales, con estilos de casas, con estilos de vida, etc. Pero eso lo hemos creado los seres humanos, y en el momento que así lo queramos podemos descontinuar esas divisiones, eso sería más sano para nuestra existencia. Nadie es pobre o ignorante por elección propia, todo es una consecuencia de los valores con los que estamos viviendo a diario. Es por eso que cuando comienzan a resquebrajarse esas divisiones, comienza a surgir la unidad entre grupos diversos. Y eso es, a lo que Dios siempre ha querido llevarnos, porque él no creó seres que se dividieran a sí mismos, sino seres que administraran la creación, pero no pasando por encima del mismo derecho que tienen los demás seres humanos, eso está en contra de la misma naturaleza.  Es por eso que te invito a responder esta pregunta, ¿Hasta dónde estoy dispuesto a hacer por los demás?

Reflexiona antes de responder, date cuenta que los demás no son ajenos a ti, porque más bien son parte de ti, son como una extensión de tu vida y de tu ser. Y entonces, después de esa reflexión, sabrás responder también ¿Qué es lo que realmente necesita nuestra nación? Y así comprenderás las palabras de Jesús cuando dijo, El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo” AMÉN.

Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com

12 de agosto del 2012.

domingo, 5 de agosto de 2012

NO SE TRATA SOLO DE EXISTIR, 
TAMBIÉN ES POSIBLE VIVIR.


“Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre; y el que cree en mí, nunca tendrá sed”.
San Juan 6:35

 “[…] La diferencia central con 1968 es que este movimiento estudiantil va a trascender la coyuntura que le dio origen, pero posiblemente seguirá siendo un movimiento basado en las universidades. Como lo señalan en su manifiesto del 27 de julio: #YoSoy132 es un movimiento estudiantil y social, político, apartidista, pacífico, autónomo, antineoliberal, independiente de los partidos, candidatos y organizaciones que responden a un programa electoral; [ ..] que ha trascendido la coyuntura electoral y seguirá organizándose y luchando para transformar profundamente a México [ .. ] Además, al enarbolar la demanda de una educación laica, gratuita, científica, pluricultural, democrática, humanista, popular, crítica, reflexiva, de alto nivel académico garantizada por el Estado en todos los niveles como obligación constitucional tendrá una plataforma concreta para ligar democratización con lucha en contra de la desigualdad, el eje central de la agenda futura del país.
[…]En síntesis, la propuesta programática de seis puntos sumada a una estructura orgánica nacional y descentralizada le permitirá a #YoSoy132 desempeñarse como un crucial catalizador social. Opinión,Gustavo Gordillo, La Jornada 4 de agosto del 2012.

No todo en la vida es comer y beber. Aunque sin el alimento y la bebida moriríamos en pocos días, esto no es en realidad lo que nos da una vida, sino una simple existencia. La vida es algo más grandioso que la existencia y está llena de oportunidades extraordinarias. A pesar de ello, pocas veces tenemos la oportunidad de comprender la grandeza de la vida. Y organizaciones como #YoSoy132 nos ofrecen una oportunidad para reflexionar, y ayudarnos a comprender un poco más el significado de estar vivos y no solo de existir.

Como seguidores de Jesucristo, somos parte del despertar de la consciencia social. Y es así como la porción del evangelio de este domingo, nos presenta la ocasión en que la multitud buscaba a Jesús después de haberles provisto de alimento. Y cuando por fin lo encontraron. Él les dijo: “Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta llenarse, y no porque hayan entendido las señales milagrosas. No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna. Esta es la comida que les dará el Hijo del hombre, por que Dios, el Padre, ha puesto su sello en él.” San Juan 6:26-27
Aquellas personas estaban entendiendo los milagros, simplemente como un mercado que proveía de las necesidades básicas del pueblo. Tuvieron hambre y Jesús les dio de comer, estuvieron enfermos y Jesús los sanó. Pero, ¿era eso lo que Jesús quería llegar?, ¿ese era su objetivo, o el propósito de cada milagro? Claro que no.

Actualmente la sociedad en su mayoría, cree que el objetivo más alto es llegar a la estabilidad y la paz, obtener una buena economía y un prestigio internacional, pero, ¿Eso es todo a lo que una sociedad moderna debe aspirar? Yo creo que se puede aspirar a mucho más.
Cuando Jesús dijo: “No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna.” Su punto no se enfocaba en hablar sobre la vida eterna. Jesús lo que quería decirles era que no se conformaran con cubrir sus necesidades básicas. Sino que abrieran sus mentes para obtener algo mayor, para descubrir lo que podrían alcanzar al superar las expectativas de sus pensamientos culturales, sociales y religiosos. Jesús intentó conectar los pensamientos con los corazones, intentó hacer una conexión entre la mente de sus oyentes con el ser interior de cada uno de ellos, y con esto, ocasionar un despertar de sus consciencias, que se reflejaría en su sociedad.

Por ejemplo, cuando se habla de los derechos humanos, la mayoría de las personas saben que“Los derechos humanos son aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de etniacolorsexoidiomareligión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.” Pero son pocas las personas que logran conectar estas palabras con la realidad. Y eso se debe precisamente a que la sociedad moderna, aún se encuentra como en el pasaje del evangelio, buscando a Jesús para que le llené el estomago y pueda saciar su hambre, y solamente eso.
Es muy triste darse cuenta que en muchos siglos, no ha cambiado el pensamiento de las sociedades, y bien, Jesús podría nuevamente decirnos, “No trabajen por la comida que se acaba, sino por la comida que permanece y que les da vida eterna.”  Sin embargo hay un rayo de esperanza en pequeños grupos que aún quieren buscar esa comida que permanece, viendo más allá de las tradiciones, más allá de los viejos estilos de vida, más allá de la costumbre a la corrupción, más allá del respeto a reglas caducas, más allá de la práctica del famoso dicho “el que no tranza no avanza”. Hoy nuevamente Jesús nos sigue invitando a reflexionar sobre esta verdad.
Hace poco escuche de un joven que le dijo a su maestro, “hay que hacerle caso solamente a la mente porque el corazón siempre nos engaña.” El maestro le dijo, “no, al contrario, a lo que llamamos corazón es el alma o espíritu, y es allí en donde se encuentra Dios, y Dios jamás te va a mentir o a llevar a que cometas una mala decisión, sin embargo la mente eres tu, y la mente si nos puede llevar a cometer equivocaciones. No confundas el corazón con las emociones. Ya que las emociones también te pueden llevar a tomar malas decisiones basadas en sentimentalismos.”
Querido hermano y hermana, tu mente te puede decirte en cualquier momento. “Tú estás bien, tú tienes tus propias pertenencias, tu trabajo, tu familia, una estabilidad económica, etc. No te intereses por lo que le suceda a los demás, eso es problema de ellos.” Este es un pensamiento muy común, pero muy dañino a la vez. Y que solo te puede llevar a creer, que tú eres mejor que los demás.   
Podemos pretender solamente existir como la sociedad, la familia, la religión, las instituciones nos lo han dicho, Vive de esta forma… Compórtate de esta manera… Tú, necesitas esto…. Yo en tu lugar haría…. Si no obedeces las reglas… Confiésate, o si no… Y que decir de nuestros pensamientos, Yo no puedo… No tengo la capacidad… Yo no se como se hace… Ya es demasiado tarde, ya no tengo la edad… Me debo conformar porque soy….
Hermanos y hermanas, no se trata solo de existir, se trata de vivir, necesitamos calmar la mente y todos los ruidos y los pensamientos negativos que nos quieren desviar de lo que realmente somos, porque somos vida, somos esencia de Dios, Dios esta dentro de nosotros, solo necesitamos descubrirlo, escucharlo. Nuestra vida es lo más maravilloso que tenemos, vale la pena vivirla, vale la pena sentirla, vale la pena transmitirla a otros.
Ya no comamos de aquello que nos consume, comamos lo que satisface a nuestra alma, como lo es el amor, el respeto, la dignidad, etc. Querido hermano y hermana, tu eres hijo e hija de Dios y tienes un gran potencial en tu ser interior, lo encuentras en tus talentos, en tus sueños, en tu vocación, en el amor al prójimo. Cuando te conectas con esto, puedes sentir que Dios te dice, aquí estoy, aquí estoy dentro de ti, descúbreme y serás inmensamente feliz. Nací contigo y estaré contigo hasta la eternidad. Dios ya nos abrió los ojos por medio de Jesús, es hora de vivirlo con valor, y llevarlo a cabo. No renuncies, tú fuiste creado para trascender no para volver atrás, no te aferres a este mundo, aférrate a tu ser interior, que allí es en donde esta Dios. Allí está el verdadero pan que le da sentido a la vida.
Te invito a que escuches tu interior, a que aprendas a comunicarte con él, y que te esfuerces por sentir lo que te dice. Y esto te acercará más a lo que Dios siente cuando ve a su creación. Y recuerda, no te acostumbres solo a existir, porque también es posible vivir.  AMÉN.

Pbro. Roberto Aguilar-Cedeño.
robertoaguilar.75@gmail.com
5 de agosto del 2012.